DESDE LOS BALCONES
Te enfrentas a un grande, grave y complicado problema de descifrar y querer definir con los solos rasgos personales, a la vez locales y regionales de hombres que han sobresalido y adquirido notoriedad en ese supra o inframundo ESTRUCTURAL del narcotráfico.
Nuestros narcotraficantes, sus jefes, son distintos a cualquier capo de la mafia Siciliana de antes y de ahora. ¿Por qué y en qué son distintos? Por la historia de Italia y Sicilia en particular y la forma de apropiarse la tierra en las distintas fases de sometimiento y dominación, a través de las distintas formas de propiedad de la tierra, en este caso en Sicilia y en el sur de toda la Península.
La Sierra Madre occidental nuestra, que recorre de norte a sur el país, abarca distintos Estados: Sonora. Chihuahua, Durango, Zacatecas, Jalisco, Nayarit, Colima, parte de Michoacán, Zacatecas, Guerrero y Oaxaca.
En cada uno de estos Estados se ha expresado la historia y la política también de diferente manera y, desde luego, la explotación agraria también; los rendimientos de la tierra, renta absoluta y deferencial de la misma, se obtiene en distintos grados, según la topografía y la hidrología propia de cada entidad.
Los monocultivos de cualquier tipo, se determinan y miden por el rendimiento total nacional por hectárea en cada entidad; así por ejemplo, los tierras temporaleras sembradas de maíz o frijol, para hablar de los dos de los más grandes cultivos tradicionales base de la alimentación popular.
Si en Zacatecas, por ejemplo, se obtiene media tonelada de maíz por hectárea, y otro tanto de frijol, y en total se producen excedentes de la segunda gramínea, hasta alcanzar un total de 2 mil toneladas, querrá decir que se han sembrado 4 mil hectáreas.
Pero si esta misma producción de frijol en Veracruz, por ejemplo, cuya tierra y temporal tiene un potencial productivo del doble o el triple del que se alcanza en Zacatecas; los precios y los costos de producción entre una y otra cosecha, se determinan con base en la mayor producción en toneladas y al mismo precio, que la menor cantidad de toneladas, pero de mayores rendimientos, por hectárea sembrada y cosechada que la de Veracruz.
Los cultivos perenes como la caña de azúcar, el café, Tabaco, cultivos con mayores costos de producción, mismos que se reparten en millones de toneladas, por ejemplo el azúcar, el valor de esa producción lo determina el volumen en tonelaje de la misma, con el mismo precio y costos de producción homologados que la producción de las tierras de Jalisco y sus ingenios que obtienen el mismo producto.
Hacemos todo este rodeo pobremente expuesto, para explicar y adentrarnos en el fenómeno del narcotráfico y las causas sociales que lo generan, entre otros factores del mercado nacional e internacional.
Sinaloa es el caso más notable de producción agropecuaria; sus cultivos tienen agua, son llanuras de aluvión en la costa y los cultivos más rentables, como el tomate, por ejemplo, lo realizan de manera extensiva e intensiva de modo tal que un productor o un sólo acaparador obtiene 20 mil toneladas o más en cada cosecha y así por el estilo en el resto de los cultivo de más alta rentabilidad; nos abstraemos de los detalles que determina costos y precios por hectárea y sus resultados a valor en la exportación en competencia promedio con el mismo producto que se produce en Guanajuato, o en Zacatecas, así se incremente la producción con los invernaderos de Querétaro y de Zacatecas, o de otra entidad a donde haya llegado esta agro tecnología.
Alrededor de la riqueza agropecuaria, sea la que sea, surge el narcotráfico en alguna de sus formas, ya sea para confundir sus valores totales uno con otro y capitalizarse al unísono, unidos y expresados como capital dinero.
La gente de la Sierra en Sinaloa, poseedora de terrenos quebrados y de difícil y magros cultivos, vivió y se mantuvo a la expectativa de los salarios del peonaje de las tierras del Valle de Culiacán, con riego, por ejemplo, pero también al mismo tiempo se dio cuenta que el cultivo y comercio de la droga, llámese mariguana, o amapola, etc., proporciona mucho más dinero que cualesquiera otro cultivo, por su alto precio en el mercado nacional e internacional, ya que quienes demandan esos productos son las clases altas de grandes ingresos, o las extensas clases medias del mundo industrial del dólar.
Sin entrar en más detalles, de este medio emergió, el hombre ayer sentenciado en Nueva York a cadena perpetua y 30 años de ganancia; pero las condiciones sociales regionales e internacionales que empujan a la droga de sur a norte del Continente Latinoamericano, seguirán generando individuos y grupos sociales semejantes, peores y mejores, según se quiera calificar, que el hombre llamado Joaquín Loera Guzmán.
SON LAS CONDICIONES SOCIALES DE NUESTRO MARCO NACIONAL E INTERNACIONAL, LO QUE DETERMINA EL AUGE O CAÍDA DEL NARCOTRÁFICO Y ELLO NOS PONE EN UN BRETE POLITICO, CUANDO INTERVIENEN EN EL NEGOCIO, OTRAS CAPAS SOCIALES. No digo más, con el otro fenómeno del huachicol y el juego que se entreveran en este “universo negro” que también es poder, dentro y fuera de los Estados Nación, sin que importen tamaños y potencialidades.