Como parte de los programas de rescate y preservación de nuestros monumentos, las tres instancias de gobierno han participado en la restauración de las principales iglesias y museos de Querétaro, así como en la renovación de sus instalaciones eléctricas e hidráulicas, en previsión de siniestros.
Así lo informó la directora del Centro INAH, Rosa Estela Reyes García, al ser entrevistada por PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, sobre la protección de los baluartes de la historia y arquitectura de la ciudad y el estado, luego del incendio ocurrido en la catedral de Notre Dame, en París.
La funcionaria alertó, sin embargo, sobre el fenómeno de la proliferación de hoteles boutique en la capital queretana y en la invasión de terrazas y azoteas, unas 300, en el Centro Histórico.
Ligada a Querétaro desde hace muchos años, la actual representante del Instituto Nacional de Antropología e Historia fue directora de Patrimonio del Instituto de la Cultura y las Artes, además de haberlo sido del Museo Regional, que junto con el de Arte ya han sido intervenidos para evitar siniestros.
Lo mismo se ha hecho en templos como Santa Rosa de Viterbo, Santa Clara, San Francisco, El Carmen y La Merced, al igual que –actualmente- en San Sebastián y la llamada Iglesia Chiquita, indicó Rosa Estela Reyes, quien reconoce la necesidad de atender muchas otras iglesias.
Entre los principales pendientes mencionó la de Santiago Mexquititlán, en Amealco, joya del siglo XVII que tiene fisuras en su torre y presenta un ataque de bichos, que no se ha podido resolver por la división de los habitantes de la comunidad, entre católicos y protestantes.
Al respecto, la delegada del INAH ha hablado con la secretaria de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Romy Rojas, y con el presidente municipal de Amealco, Rosendo Anaya, para que ayuden en el convencimiento de los vecinos y en el financiamiento de los trabajos de restauración.
HOTELES BOUTIQUE
Por otro lado, la servidora federal habló de la proliferación de hoteles boutiques en la Ciudad de Querétaro y la invasión de terrazas por parte de negocios y habitantes.
Reveló Rosa Estela Reyes García que ocho de cada 10 licencias que se solicitan a su dependencia son para pequeños establecimientos de alojamiento que ya han obtenido permisos municipales.
Grave también es el incremento de terrazas en las construcciones del Centro Histórico. Ya hay 300 azoteas invadidas y al menos 120 son de comercios.
En estos casos, como en el de las principales plazas de la capital (Corregidora y Plaza de Armas) el INAH está exigiendo correcciones.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN