La eventual liberación de la filicida Claudia Mijangos en abril del año próximo no es un tema jurídico sino de salud, advirtió el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Antonio Ortega Cerbón en entrevista con PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro.
A propósito del inminente cumplimiento de la orden de internamiento de 30 años, dictada por el entonces juez Arturo González de Cosío –hoy jubilado- el jefe del Poder Judicial señaló que serán los médicos del área psiquiátrica del Centro de Readaptación Femenil de Tepepan, en Tlalpan, Ciudad de México, quienes determinen si está en condiciones de reintegrarse a la vida social. De ser así tendría que ser liberada.
Como se recordará, Claudia Mijangos Arzac, hoy de 62 años, mató a sus tres hijos la madrugada del 24 de abril de 1989, en la casa familiar de Jardines de la Hacienda. De acuerdo con las investigaciones realizada por la agente del Ministerio Público Sara Feregrino, la joven madre –ex reina de belleza del Carnaval de Mazatlán- se desquició por un conflicto con su esposo que le había amenazado con quitarle a los niños.
Exámenes médicos y un dictamen del doctor Alejandro Obregón, ya fallecido, fueron la base para que el juez González de Cosío resolviera la inimputabilidad de Claudia el 23 de febrero de 1990, ordenando su internamiento no como pena sino como medida de seguridad.
Ortega Cerbón, recientemente electo presidente del Tribunal Superior de Justicia, con 23 años de carrera judicial, era estudiante cuando ocurrieron los hechos que conmovieron a la sociedad queretana, pero conoce perfectamente el tema.
Dentro de cuatro meses el titular del Juzgado Primero de Primera Instancia Penal tendría que emitir una boleta de libertad en el expediente 224/189 y comunicársela a las autoridades penitenciarias de la Ciudad de México porque no puede permanecer ni un día más enclaustrada.
A menos, advierte Ortega de que los médicos a cargo de Claudia resolvieran que aún no ha recuperado la salud. De tal modo que sería un tema no Judicial ni del Poder Ejecutivo del Estado, a cuya disposición está, sino médico.
La filicida ingresó originalmente al Cereso Femenil de San José El Alto el 28 de abril de 1989, pero una vez dictada la resolución del juez, los abogados Miguel Alcocer y Julio Esponda, contratados por la familia, solicitaron y obtuvieron la autorización para transferirla a un penal con área para enfermos mentales, en donde hasta la fecha permanece.
La decisión del juez González de Cosío indicaba que Mijangos que estuviera internada por un término de 30 años, que podría reducirse si la ciencia médica lograba curarla.
Así las cosas, Claudia Mijangos Arzac deberá recuperar su libertad el 24 de abril de 2019 o ser ingresada a una institución médica, si así lo consideraran los especialistas y sus familiares. La autoridad jurisdiccional ya no puede intervenir, advirtió el presidente del Tribunal, Antonio Ortega Cerbón.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN