Entre los queretanos espiados por el CISEN y la extinta Dirección Federal de Seguridad, durante décadas del antiguo régimen, aparecen políticos como los ex gobernadores Saturnino Osornio, Agapito Pozo Balbás, Juan C Gorraéz, Juventino Castro Sánchez, Antonio Calzada Urquiza y Mariano Palacios Alcocer, pero también intelectuales y líderes universitarios como el rector José Guadalupe Ramírez Álvarez, Álvaro Arreola Valdez, Fernando Tapia Rivera, Eduardo Sánchez Vélez y el ilustre periodista Carlos Septién García.
PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, tuvo acceso a la lista negra con miles de nombres, abierta por el Archivo General de la Nación por voluntad del presidente Andrés Manuel López Obrador y divulgada por la Secretaría de Gobernación.
En ella puede advertirse el registro de personajes como Pablo González Loyola y Antonio Meré Groth, el secuestrador y el padre del niño Pablo Meré Alcocer, el primer queretano plagiado, en 1973.
Se encuentran en la nómina los rectores de la Universidad Autónoma de Querétaro, foco de atención especial ayer y hoy, Hugo Gutiérrez Vega y Enrique Rabell Fernández.
Igualmente figuran la activista Cecilia Loría Saviñón, la memorable maestra Adela Rosas Rueda, el cronista Eduardo Loarca Castillo, acompañados de los secretarios de gobierno Manuel Suárez Muñoz y Alejandro Maldonado Franco, así como los hermanos Felipe y Manuel Urbiola, del PAN.
También tenía su expediente el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Tremec, Antonio Domínguez Sánchez, que protagonizó movimientos de huelga en los años 70.
Sin embargo, sorprende encontrar personajes queretanos ajenos a la política como don José de la Vega, propietario de la cafetería La Mariposa y el médico Jesús Nieva Velázquez.
Hay apartados especiales para instituciones como el Gobierno del Estado de Querétaro, la Policía del Estado de Querétaro, la Universidad Autónoma de Querétaro y el Sindicato de Personal Académico.
POR: FERNANDO VENEGAS RAMÍREZ