QUERETANIDAD
El Payo, el mejor torero que ha dado Querétaro
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN
Octavio García González “El Payo”, el mejor torero que ha dado Querétaro y una de las principales figuras de la fiesta, ha toreado con los más grandes y ha triunfado en todos las plazas, incluyendo Las Ventas de Madrid, pero hoy se prepara meticulosamente para la corrida de la México, del próximo 12 de diciembre, a beneficio de los afectados por el terremoto, con un cartel inédito de ocho figuras: Pablo Hermoso, José Tomás, El Juli, Manzanares, Joselito Adame, él , Sergio Flores y Luis David Adame. Será la tercera vez que actúe junto a José Tomás. La primera, ahí mismo el 18 de enero de 2009, en la confirmación de su alternativa y el 24 de abril de 2010 en Aguascalientes, cuando Navegante le pegó la cornada al español. Ambas tardes, tan importantes, están en su memoria. Especialmente las palabras que José Tomás le expresó en la primera, al apadrinarlo. “Lo recuerdo todo. Lo primero que me dijo fue respeta el traje de torear que llevas puesto como lo más grande que existe. Ser torero es un privilegio y espero nunca le faltes el respeto a esta profesión, porque si la respetas ella te va a respetar a ti”.
Queretano total, El Payo viene de dos familias tradicionales. “Mis dos abuelos a su manera y a su forma, muy aficionados a los toros. José Antonio muy amigo del maestro Silverio y José Luis, encargado por muchos años de la Ganadería de San Diego de los Padres. Al final ellos les dejaron esa herencia a sus hijos, que nos llevaran a los toros, que nos involucraran con el campo. Los dos gente de campo de toda la vida”. Y por si no fuera suficiente, su tío Nicolás González hizo la Plaza de Toros “Santa María”.
Se define “queretano-queretano y de aquí no me muevo”. Al grado de que “hubo un momento, cuando era niño, que en la escuela de Tauromagia que se suponía era itinerante, se dieron a la tarea de poner a un profesor en Querétaro de fijo porque yo no quería salir de aquí. A mi no me gusta salir. Mis vacaciones las paso en Querétaro, intento estar en mi casa lo más que puedo, no me gusta en otro lado. Aquí crecí y aquí tengo toda mi historia, mis amigos, mis primos, mi vida y es donde me siento a gusto, me siento feliz”.
Hoy, a los 28 años de edad, en la acogedora terraza del restaurante Argentilia, junto a su padre y maestro, del que heredó no solamente el nombre (Octavio García) y la afición, habla de eso, de sus raíces, sueños, triunfos, fracasos, amores y miedos de quien a los 11 años decidió ser torero y ha triunfado en todos los países que dan corridas de toros, pero le han pegado 14 cornadas. Quizá la más fuerte y peligrosa la de Monterrey, la de más secuelas físicas la de Querétaro, del 25 de diciembre. Pero también cuenta de sus grandes tardes, como aquella de Madrid en 2009, cuando el cronista José Antonio del Moral dijo, después de su actuación, “va a ser difícil ver torear con tanto compás y ritmo en esta feria”.
“El Rubito mexicano”, como lo calificó el periódico El País en una plana llena de reconocimientos, viste hoy camisa blanca, jeans y lentes de espejuelos. Los comensales lo reconocen y saludan afectuosamente y las mujeres se entusiasman con él. Les atrae. No solamente es torero, lo parece. Así lo retrata René Venegas Ramírez para PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro.
Pero vayamos al principio.
Habla con la misma seguridad con la que torea.
-Sí, desde niño me gustaron los caballos y fue más o menos como a las 11 años que ya decidí que lo mío era torear a pie. No me he arrepentido de ello, pero ha habido dudas. Sobre todo en el proceso de que yo sabía que tenía que entrenar y tenía que sacrificarle los fines de semana. En esa época estaba de moda la Plaza Bolulevares, ir a dar la vuelta. Y el hecho de que yo no podía tener esa vida normal de la gente de mi edad me hacía dudar, porque no tenía nada claro, nada hecho. Si en su momento iba a llegar o no, si valía la pena. sacrificar el proceso normal de cualquier adolescente.
MOMENTOS FUNDAMENTALES
Sobre las decisiones y momentos que lo han marcado, relata:
-Yo iba a un colegio católico y me acuerdo que en ese momento se lo platiqué a un padre y él me orientó. Me dijo que lo bueno costaba mucho y que no me podía rendir con tanto tiempo soñando con eso.. Que seguramente era una tentación, como seguramente me la iba a encontrar en otra parte de mi vida y que tenía que saber tomar la decisión correcta para poder alcanzar mi sueño. Ese fue un momento importante. Y otro de novillero, después de haber cortado una oreja en Madrid y haber dado una vuelta al ruedo. Y bueno, muchas veces el juez de plaza es más protagonista que el toro y el torero., pues no pude abrir la puerta grande en Madrid ese día, pero sí sentí una moral enorme por lograr algo que llevaba mucho tiempo un mexicano sin conseguir y evidentemente como cualquier niño de 15 o 16 años me creí que había obtenido todo sin haber alcanzado absolutamente nada. O nada para lo que yo quería soñar para toda mi vida.
Recuerda entonces que regresó a México y pasó todo ese invierno de vacaciones con su familia.
-Momento padrísimo en el que sentía que me había realizado porque había conseguido el primer planteamiento hecho en mi vida: haberme presentado y triunfado en Madrid.. Luego al mes de marzo que tenía una novillada en la inauguración de temporada en Las Ventas, debido al triunfo que me había dado. Esa y la de San Isidro, porcortar una oreja, dado vuelta al ruedo y haber sido el triunfador del serial de septiembre, el de las ocho naciones de toros. Hablan representantes de esos país es y el triunfador tenía esta novillada y la de San Isidro. Gracias a Dios me llevo ese certamen y sentí tener hechas muchas cosas.
Quizá por ello. El Payo llegó sin prepararse con el tiempo necesario para estar de la manera correcta en Madrid.
-No me fue bien. Y ese día lloré mucho en la noche y le dije a mi papá que me quería regresar, ya no quiero ser torero, esto no es lo mío.
Y me dijo una frase que me dejó marcado para toda la vida: Mira, ya empezaste esto. Si te vas a regresar yo sé que es por un capricho y por una tontería que tienes en la cabeza, pero a mí casa no vuelves, a mi casa no regresan los mediocres. Un momento duro y decisivo. Gracias a eso me quedaban tres meses de preparación para la novillada de San Isidro y me llevé 19 premios de los 22 que entregan. Hubo crónicas importantes de José Carlos Arévalo: puso “un torero como los de antes”. Fue un momento decisivo: renunciaba o terminaba de apostar lo que me quedaba para triunfar. Después de esa novillada, de no tener ni una contratada, me contratan para 65, de mayo a octubre. Desgraciadamente no pude cumplir con todas porque me pegaron cuatro cornadas. Fue un poco donde empieza todo. Salgo en hombros en Pamplona en el mes de julio. Y ahí empieza mi andadura, con lo de salir a hombros de Pamplona me pone en otro nivel. Ya no solo era Madrid y me dio mucho ambiente para regresar de matador de toros y que me confirmara la alternativa.
TOREO PROFUNDO, HONDO
De su toreo dice:
-Bajo mi concepto, lo que intento crecer es en la profundidad, en la hondura. Que sean muletazos con sentimiento, más que eléctricos. Toreros grandiosos por lo que he sentido atracción. Todo lo que he leído de Belmonte. Las pocas imágenes de su vida que he podido ver. El mito que se creó alrededor de él. Parte fundamental en la regeneración de mi toreo. Belmonte es fundamental. Después de él, Manolete y luego muchos más: Antonio Ordoñez, Dominguín, Camino, Manzanares, Manolo Martínez, Curro Rivera, Miguel Espinoza, Jorge Gutiérrez. Siempre he ido más por los toreros profundos y de clase que por los estadísticos y eléctricos.
En ese contexto cobra mayor relevancia la corrida del próximo 12 de diciembre, el día de la Virgen de Guadalupe, en la México, a beneficio de los damnificados de los terremotos y con los mejores..
-Para mi es muy importante. Yo crecí con mi papá y mis tíos y soñaba con ir a la México a ver toros. Formar parte del protagonismo de esa plaza ni siquiera es un sueño realizado porque no lo había soñado. Se ve casi imposible pertenecer a ese tipo de carteles.
Cada quien lleva su toro, explica. Yo llevo uno de Fernando de la Mora. Tengo dos o tres vistos, pero don Fer apuesta más por uno y para mi es el mejor ganadero de la historia de México. Lo que diga él.
De los colores de sus ternos, sus preferidos han sido el blanco y plata, como el de la alternativa o el azul y oro en Las Ventas.
-Ha habido momentos. Yo he tenido un vestido nazareno, obispo y oro que me traía muy buena suerte, pero también las cornadas más fuertes me las pegaron con ese vestido. Ese puede ser con el que más suerte he tenido pero entonces también con el que peor, entonces ya no me lo mandaba a hacer, pero este año me lo hice para la corrida del 12.
Lo viste Antonio López, de la Casa Fermín, ya entrevistado en este periódico.
-Es un personajazo. Viste a todos, pero te tienen que recomendar para que él te vista. Es tan bueno. Es el mejor. Yo iba con Santos, el segundo mejor. En esa época vivía alternadamente con El Juli y Talavante, vecinos. El Juli me dijo que debía vestirme con Antonio, porque te hace la línea del traje diferente. Es muy informal, pero es el mejor. Llego a Casa Fermín y me dice: “Joder, ¿tú quién eres, porque eres el que más ha venido recomendado en mi vida. Me habló Julio, Talavante, Manzanares para que te vistiera”. Ah, y me dijo, otra cosa, yo venía de entrenar. “A mi sastrería no se viene en pants”. Al otro día llegué encorbatado. No te deja entrar en playera. Un hombre genial. Cobra casi tres mil euros más que los demás.
TAMBIÉN ES GANADERO
Y a propósito de los toros, El Payo también es ganadero. “Cometí el error o gran elección de comprar una ganadería hace cinco años y la verdad ahí aprendí a matar el tiempo porque hay muchos tiempos muertos en la vida de un torero. Tengo sangre de Fernando de la Mora principalmente y adquirí 50 vacas del encaste de Domecq por medio de Octaviano García, del Vergel. Quiero vivir de mi profesión y regresarle al toro todo lo que me ha dado”.
Opina sobre las críticas a la fiesta brava. Y lo cuenta así:
-El otro día me compré una paquete de los 50 clásicos de Disney. Y me di cuenta de que la mayoría de los personajes son animales que hablan, completamente humanizados. Mi generación creció con la idea de que el animal es tu mejor amigo, ya sea un perro, un pato o un caballo, que siente, que te extraña. Y estoy convencido de que un niño de ocho años no sabe de dónde viene un plato de carne. No saben que para eso hay que alimentar a un becerro, que engorde a los 10 meses y de ahí al rastro y de ahí a su plato. El que no se conozca ese proceso hace que no se comprenda que la fiesta es de verdad, auténtica, en la que el toro muere, pero también puede morir el torero. Es una fiesta demasiado fuerte, porque nos han hecho una sociedad completamente hipócrita en la que no quieren que se maten a los toros pero se comen una bandeja de ostiones o langostas, que además las hierven vivas y eso no les importa. Ha habido muchísima mala información. El otro día vi una entrevista con una vegana que dejo de serlo porque la mordíó un perro y que cómo ella queriendo tanto a los animales y yendo a manifestaciones. Y lo decía convencida y gritaba ¡viva José Tomás1
A esa gente, me queda claro, no quiere que hay sufrimiento en el mundo se le ha manejado una información errónea de que nosotros deseamos asesinar a los toros. y no es así. Nosotros le tenemos un profundo respeto al toreo. Que evidentemente tiene que haber sangre, de igual manera del torero. Y lo que ha mantenido esta fiesta prácticamente desde la Conquista ha sido la verdad. Existe la muerte, existe la sangre, que se vive, que se siente, que se llora y es lo que hace diferente al toreo de todo lo demás.
¿Y el miedo?
-Todo el del mundo. Desde que me levanto hasta que me acuesto.
¿En que momento se quita?
-Cuando llega uno a la plaza. Es un descanso. El miedo es producto de la inseguridad. Es parte del proceso, que es muy duro pero es lo que se disfruta.
EL TORO Y LAS MUJERES
¿Toros grandes, medianos, chicos?
-Con la ganadería aprendí. Como torero lo primero que crees que es lo ideal para tu toreo es el toro chico. Por los mitos esos de que cuando eres figura del toreo tienes el billete grande y el toro chico. Sin embargo con esto de que me metí en lo de la genética te vas dando cuenta que hay líneas que pueden tener condiciones idóneas para tu toreo pero no necesariamente tiene el fenotipo ideal. Los toros de De la Mora son toros de caja muy grande, de 600 kilos. Ahí aprendí que el toro puede ser del tamaño que sea, lo importante es la condición de embestida.
Mucho se asocia la fiesta con las mujeres y a El Payo se le ha relacionado con conductoras de televisión y cantantes, como Belinda.
-Lo de Belinda, sí. Ahora están de moda con eso. Están diciendo cosas, pero yo llevo muchos años dedicado a mi carrera. No me afecta. Al final creo que es atractivo para cualquier persona el que uno sea capaz de desprenderse de sus miedos y superarlos. Es lo que hace diferente a los toreros. Y genera cierto respeto y admiración. Desprenderte de todo para crear algo. Las mujeres son y serán siempre mi debilidad. Estoy tranquilo, en un momento en el que no creo que sea la prioridad el establecer una relación. Mi prioridad es crecer como torero. Y soy consciente que la vida del torero realmente activa es de unos años. Me gustaría que si llega una mujer sea de una manera natural, sin buscarlo, sin excentricidades. A mi me gustan las cosas más personales.
Y agrega:
-Cuando hubo una etapa en mi carrera en que se perdió toda la credibilidad taurina que había adquirido en España, de muchos años, de muchas cornadas, cuando tienes un bajón, la gente lo primero que cree o asimila es “está distraído, no entrena”. Sin embargo lo que en realidad me pega el bajón es la cornada de Querétaro. Todas las secuelas físicas que tuve y procesos mentales que superar como persona evidentemente no me dejaban expresarme como torero. Y eso sumado a un entorno no adecuado, eran una bomba de tiempo. Cada actuación iba perdiendo credibilidad. Fue muy duro. Gracias a Dios, después de eso me pasa un tema anímico muy importante. Me doy cuenta de que lo primero que tengo que hacer es superar mi credibilidad taurina. A partir del 2012 cambio todo el tipo de formato. Es cuando ya no aparezco en ninguna entrevista, en ninguna revista. Al final me dio tanto miedo volver a caer, en el hecho de que la gente pensara que yo era producto de la prensa o inventado, que me refugié en el toreo. Y se cambió completamente la balanza. Y ahora los grandes críticos dicen que encontré el punto que siempre había buscado.
Desde aquél 26 de octubre de 2008, cuando tomó la alternativa en Pachuca, vestido de blanco y plata, teniendo como padrino a Morante de la Puebla y testigos al casi paisano Ignacio Garibay y Sebastián Castella Ganadería, con toros de Fernando de la Mora.
RECUPERAR LA CREDIBILIDAD
El año pasado en España se suspendió la corrida de San Isidro, ya estando en el patio de cuadrillas. Salió en hombros en 13 de las 14 donde se presentó. Quiero repetir una temporada como la de novillero de 2007-2008. Me hace falta sentirme realizado como torero, en un nivel muchas tardes.
¿ Y las mejores tardes?
-Hay faenas con las que me he sentido pleno. La faena importante en México a un toro de nombre Ordaz, de Barralba un 5 de febrero. Mi tarde en la que más he sentido yo.
Esa tarde marcó mi carrera importante. Porque venía de la tarde muy mala de Madrid, llevaba una temporada complicada y me regresó toda la credibilidad. Dicen por ahí que cuando los artistas se conforman con su obra están desapareciendo. Llevo un año con esta lesión de la mano. Y todo lo hago con esta mano. Yo con la que tenía poder era la derecha, con la izquierda toreaba más artista, pero tuve que desarrollarla para poderle a los toros. Los toros estaban más enteros cuando los iba a matar porque no les había podido. Tuve que desarrollar el poder con la izquierda.
¿Cómo se prepara y ejercita un torero? ¿Corres?
-¿Correr? Como le dijo Antoñete a doña Laura Villasante, para qué correr si hay que quedarse quieto. Ahora que las temporadas son de 50 corridas u el toro ha subido considerablemente de tamaño, exige una preparación física importante. A mi no me gusta correr, pero me gusta mucho el boxeo y un ejercicio nuevo que se llama insanity. De puro cardio. Y el estar constantemente en el campo. Ayer toreé tres toros y una vaca. Entrenamiento constante, que es lo que te acostumbra el cuerpo a torear.
Así se pone en forma para el 12 de diciembre, hacia la corrida de ocho de los mejores del mundo y su tercera con José Tomás, el número uno, el que el día de su confirmación le conminó a respetar el vestido de torero, cosa que no olvida nunca y cada tarde busca cumplir a cabalidad, porque -dice- para eso nació este queretano-queretano, guadalupano y matador.