COLUMNA PLAZA DE ARMAS
Alejandro Esquivel, presidente irrepetible
De aquél Querétaro: Sabino
- Honra Natalia legado del alcalde decano
- Presentan obra póstuma de Elin Luque
- Marcos presume apoyo de Olga Sánchez
- Hoy comparece Celia Maya en el Senado
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS RAMÍREZ
Personaje.
Como un gran hombre, intachable, que trabajó por Querétaro y sin la ambición económica de los políticos de hoy, calificó la investigadora Natalia Carrillo García al notario público y decano de los alcaldes capitalinos Alejandro Esquivel Rodríguez, fallecido la semana pasada a los 83 años.
Autora del único libro sobre los ediles locales, denominado “Los Presidentes del Municipio de Querétaro 1916-2015” publicado por el Ayuntamiento, la también decana del PAN no tiene empacho en reconocer el trabajo del priista que gobernó la ciudad de 1967 a 1970.
El licenciado Esquivel se ganó el respeto, reconocimiento y cariño de la ciudadanía, dijo quien estudió y recopiló el desempeño de los ediles posrevolucionarios, desde Alfonso Camacho hasta Roberto Loyola Vera.
La obra, impresa por el grupo ArtGraph y coordinada por Miguel Ferro Herrera, siendo presidente Luis Cevallos Pérez (qepd), fue presentada a finales del 2015 con la presencia de la mayoría de lo ex alcaldes sobrevivientes, entre ellos el más antiguo: Alejandro Esquivel Rodríguez.
A él, la contadora Natalia Carrillo –autora también de las memorias de la fundación de Acción Nacional y de diversas antologías sobre el Municipio, las delegaciones, esculturas, bustos, placas, fuentes y cajas de agua- le dedica varias páginas de su investigación, en la que destaca su honradez, visión, desprendimiento y gran capacidad para sumar apoyos en tiempos de grandes limitaciones presupuestales, con un “panorama que no podía ser más desolador” porque los principales impuestos, incluido el predial y de traslación de dominio, los cobraba el gobierno estatal.
Interesado en la preservación de la ciudad en la que nació en 1935, se abocó a su cuidado y embellecimiento con el apoyo de empresarios de la talla de Gilberto Borja, Miguel Calzada, Jesús Olviedo, Abraham González, Pedro Zaldumbide y otros más que participaron con dinero o materiales para realizar sus proyectos, entre los que destaca la creación del mirador de los Arcos, las jardineras de la Calzada de las Lágrimas, hoy Avenida Zaragoza, el jardincito de Ejército Republicano en el que colocó una réplica de la Fuente del León, del Convento de la Cruz, y la ampliación del Estadio Municipal.
En el trienio de Esquivel se colocaron en todas las calles placas de barro esmaltado con la nomenclatura antigua de la ciudad. Los datos de los nombres se obtuvieron de libros que le había dejado su bisabuelo, libros que además contenían los nombres de los dueños de las casas de aquél Querétaro.
Como anécdota, cuenta Natalia Carrillo, que Alejandro Esquivel salía por las noches a recorrer la ciudad en su automóvil, junto con el gobernador Juventino Castro Sánchez, para observar si la vigilancia era la adecuada, “para preservar la tranquilidad a la que estábamos acostumbrados los queretanos”. Igualmente supervisaban el servicio de limpia y el alumbrado público.
Advierte también que “ni el mandatario estatal ni el presidente llevaban guardias y saludaban a todo mundo”.
Al término de su administración el licenciado Alejandro Esquivel se retiró de la política para retomar su notaría, la número 8 de la ciudad, sin volver a aceptar invitaciones a cargos públicos.
En la entrevista con Natalia para su libro sobre los alcaldes, Alejandro Esquivel Rodríguez declaró que “la ciudad, por la historia, la cultura y el arte que ha acumulado durante ya casi cinco siglos, siempre ha sido visitada por personajes ilustres que incluso vienen a tratar de averiguar qué tiene esta tierra que no tienen las demás; la respuesta es que tiene gente que la ama”.
Y don Alejandro, queretano intachable, maestro universitario, fedatario incorruptible, que no se movía por ambiciones económicas como muchos de los políticos de hoy, era un amante rendido de Querétaro.
Descanse en paz.
-OÍDO EN EL 1810-
Veintinúmetro.
Uno de los peores alcaldes de la historia, Marcos Aguilar Vega, presume la amistad y el apoyo de la secretaria de Gobernación, doña Olga Sánchez Cordero, a la que dice recibió y tuvo atenciones –jejeje- siendo ministra de la Suprema Corte. Que por eso, se siente en la pelea del 2021, con el PAN, sin el PAN o a pesar del PAN, como diría su mentor.
¿Qué dice el pueblo sabio?
-¡PREEEPAREN!-
Post mortem.
Destacados queretanos de la sociedad, la política y la iglesia se reunieron la noche del viernes en la ex hacienda de La Capilla con motivo de la presentación del maravilloso libro de ex oficios “Gracias al Cielo” realizado por la doctora Elin Luque Agraz (qepd).
Los comentarios a la obra estuvieron a cargo de Margarita Magdaleno, Andrés Garrido del Toral, Mariana Chapa y José Niembro, en presencia de los ex gobernadores Mariano Palacios Alcocer e Ignacio Loyola Vera, así como los secretarios de Cultura y Finanzas del Estado, Paulina Aguado y Manuel Alcocer Gamba, el padre Francisco Gavidia, el notario Francisco Pérez Rojas y el sombrerero José Sosa.
Los ex votos, placas de agradecimiento a los santos y a las vírgenes por favores recibidos, recopilados en templos de México -el más antiguo, de 1651, en Texcoco- y del mundo, son en palabras de la arquitecta Magdaleno “pedazos de cielo”.
El libro, culminación de más de 30 años dedicados al arte, fue publicado por la editorial europea Franco Maria Ricci, la más importante del mundo en la materia, que sólo ha incluido en su repertorio a otro mexicano: Octavio Paz.
En su exposición, el cronista de Querétaro, Andrés Garrido del Toral, destacó la formación académica, la queretanidad y el legado de Elin para el rescate de obras en iglesias y su minuciosa búsqueda de ex votos en donde se retrata el ser profundo de los mexicanos.
La palabra ex voto, ilustró Garrido, también conocido como El Divo de Bernal, significa “según la promesa hecha” y Elin nos hace apreciar un arte bellísimo pero ingenuo a la vez, lo mismo para agradecer la liberación de una posesión demoníaca que la resurrección de un niño, la obtención de la libertad, la salvación de una injusta condena, la sanación corporal y la recuperación de la salud o el salir salvo de un atentado criminal.
Las efigies votivas apuntan a tres cosas: a proclamar amor; a solicitar favores; y a expresar gratitud. Después de las peregrinaciones los ex votos
representan una de las más difusas manifestaciones privadas de conexión con el Ser Superior. Son auténticamente una forma de piedad popular.
Los ex votos son auténticas representaciones de desventuras personales con la correspondiente solución del entuerto; son conmovedores episodios de la vida cotidiana del pueblo mexicano que ilustran las actitudes y formas de vida de los diversos estratos y clases sociales. Los ex votos son también “crónicas privadas de sufrimiento”, pintadas y ofrendadas en señal de alivio y gratitud. Son el resultado de un pacto entre el peticionario y la Divinidad.
A su tiempo Mariana Chapa, que tuvo el privilegio de colaborar con Luque Agraz durante años, habló de su talento, generosidad y entrega total al arte.
Por su parte José Niembro Calzada, director del Museo de Arte Sacro, agradeció el apoyo que la autora dio siempre a su institución y se comprometió a exponer una selección de los ex votos, en honor de Elin, en lo que seguramente contará con el apoyo del licenciado José Antonio García Alcocer, “Morris”, su esposo y compañero de vida.
¡Gracias al cielo!
-¡AAAPUNTEN!-
Cámara Alta.
Finalmente este lunes recibirá el Senado de la República a los integrantes de la terna para la elección del nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia, de la que forma parte la magistrada queretana Celia Maya García.
Enhorabuena.
-¡FUEGO!-
Imperdonables.
Natalia Carrillo –que el 20 de noviembre cumplió apenas 90 años de edad y mucho ha visto- está indignada por algunas de las “variaciones navideñas” de las actuales autoridades. Nuestra tradición, recuerda la investigadora y ferrea defensora del patrimonio cultural de Querétaro, es el Nacimiento. ¿Por qué, se pregunta, colocar un Santa Claus y a Blanca Nieves y sus siete enanos en el Jardín Guerrero?
¡Porca miseria!