OLÓGRAFO
La CDMX se pintó de guinda; borró el amarillo
Podría decirse que sin sorpresas y en la lógica de la política, los resultados en la elección por la disputa de la ciudad capital resultaron los esperados. Claudia Sheinbaum, candidata de Morena se impuso ampliamente a sus contrincantes del PRD y del PRI, Alejandra Barrales y Mikel Arriola, respectivamente.
Las cifras contundentes y reveladoras dieron un 47.7 por ciento para la morenista, 16 puntos arriba de la perredista con 31.2 por ciento, y más de 20 sobre el priìsta, quien pescó el 13.2 de las preferencias.
De igual manera, Morena, a tan sólo cuatro años de su creación, se quedó prácticamente con toda la capital del país, al obtener 11 de las 16 alcaldías en disputa, arrebatándole cuatro de estas al cada día más eclipsado partido del Sol Azteca, una de ellas y de enorme significación como es Iztapalapa. El PRI, en reconstrucción, mantuvo Cuajimalpa, mientras los coaligados azules y amarillos alcanzaron a conservar tres delegaciones o futuras alcaldías. Benito Juárez, como siempre, votó conservadoramente por Acción Nacional y Coyoacán se mantuvo fiel al perredismo, aunque ambas demarcaciones registraron votaciones muy cerradas.
Acabaron así, de un sólo golpe demoledor con 21 años de gobiernos perredistas. De aquel lejano triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas sólo quedará el recuerdo histórico. La debacle del sol azteca tiene nombres y apellidos y a esos habrá que exigirles cuentas.
Gracias a la coalición con Acción Nacional, los perredistas no perdieron hasta el registro. Quiero ver, ahora sí, a Miguel Ángel Mancera y a Alejandra Barrales con el overol puesto y rescatando de entre los escombros a la agrupación política que se encargaron en demoler. Quiero ver al enjundioso y sorprendente Mikel Arriola echarse al hombro la reconstrucción del PRI capitalino. Quiero ver una oposición actuante, crítica y razonante en mi ciudad natal, pues así nos fortalecemos todos.
La nueva agrupación política Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es todo un caso de estudio, pues tan sólo en cuatro años logró un crecimiento mayúsculo hasta convertirse en la principal fuerza política del país, así, tendrá un mayor número de gobernadores y de presencia en los congresos locales, como en las cámaras de diputados y senadores.
De igual manera el PRD fue eclipsado en el congreso local de donde desapareció prácticamente. De 33 distritos locales, por la CDMX al Frente sólo encabeza dos, luego del virtual triunfo en 31 distritos por parte de la coalición Juntos Haremos Historia, según el Programa de Resultados Electorales Preliminares del IE de la Ciudad de México. La derrota es total. El control del Congreso local estará en manos de los morenos.
En la capital del país, la ciudad más importante de todo el territorio nacional, la que concentra la sede de los poderes políticos y económicos, la ciudad de los mayores retos y de vanguardia en las soluciones, gobernará, pues, y por primera vez una mujer electa en las urnas: la académica universitaria Claudia Sheinbaum. Mujer de ideas y muy cercana en el ánimo de Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos.
Desde que supe de su postulación en los meses de septiembre-octubre del año pasado me incliné por ella, más aún al oírla hablar ante un numeroso grupo de estudiantes, reunidos en el auditorio Ricardo Flores Magón, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Desde entonces hablaba ya de innovación, ciencia y tecnología para coadyuvar a la solución de los graves problemas que afectan a la megalópolis.
Luego de una larga lucha por la jefatura de gobierno de la ciudad más poblada del país, con más de nueve millones de chilangos, ubicados en un mínimo espacio que crece ya verticalmente, es el tiempo de la conciliación, de cicatrizar heridas, de reconstruirnos y dejar atrás nuestras diferencias.
Son muchos y diversos los problemas que padecemos, pero hoy en día y sin duda alguna, es el tema de la violencia y la inseguridad el que más nos preocupan y debe ocupar el próximo gobierno capitalinos.
Ganaron, sí, no hay duda alguna, pero ello no significa un cheque en blanco de los ciudadanos a las nuevas autoridades, estaremos pendientes, actuantes y demandantes. Le deseo la mejor de las suertes a Claudia, pues en ello va el bienestar de todos los chilangos.