El presidente Donald Trump se reunió el miércoles con el líder palestino Mahmud Abbas y aseguró que hay “una oportunidad muy, muy buena” de llegar a un acuerdo entre israelíes y palestinos.
Trump dijo, al recibir al líder palestino en la Oficina Oval, que “me encantaría ser un mediador, un facilitador” del diálogo.
“Queremos crear la paz”, dijo Trump, asegurando que “esto lo vamos a lograr” aunque reconoció que un acuerdo “no podrá ser impuesto desde afuera o por ninguna otra nación”.
Abbas por su parte declaró: “Estamos ante una nueva oportunidad, un nuevo horizonte que nos podría permitir lograr la paz”.
Funcionarios estadounidenses dijeron horas antes que Trump presionaría al líder palestino para que deje de pagar a las familias de palestinos encarcelados en prisiones israelíes, una de varias medidas que, según Washington, podrían conducir a la reanudación de las conversaciones de paz con Israel.
Otras medidas serían el abandono de la retórica antiisraelí y las incitaciones a la violencia, dijeron funcionarios allegados a la planificación del encuentro, el primero cara a cara de Trump con Abbas.
El problema de los pagos a las familias de palestinos muertos o encarcelados plantea dificultades en el marco del conflicto. Israel considera dichos pagos una recompensa por actos terroristas, pero sería imposible para Abbas detenerlos dado el amplio apoyo palestino a una huelga de hambre de los presos en Israel.
Tres senadores republicanos abogaron por detener esos pagos en una carta a Trump que refleja una posición ampliamente compartida en el Congreso.
Por otra parte, Trump reiterará el compromiso de Estados Unidos de ayudar a los palestinos a mejorar su situación económica, dijeron las fuentes, que exigieron no ser identificadas por no tener autorización para anticiparse a las conversaciones.
Las fuentes añadieron que Trump reiterará su posición de que la construcción de asentamientos israelíes en tierras reclamadas por los palestinos no favorece las perspectivas de paz.
El proceso de paz está estancado desde el fracaso de los esfuerzos del entonces secretario de Estado, John Kerry, en 2014. En sus últimos meses en el gobierno, el presidente Barack Obama trató de mantener las condiciones para una eventual reanudación.