Yaneth Díaz Torres
Tus hábitos saludables son todo aquello que haces (conductas y comportamientos) que aprendiste desde pequeño y que son tuyos; las cuales te llevan aún bienestar físico, mental y social.
A nivel mundial se han creado estrategias educativas promotoras del cambio de hábitos para el desarrollo de estilos de vida saludable, siendo pioneros Chile y España; actualmente existentes en México desde el 2012. Los temas que se reflexionan para este cambio a hábitos saludables son la actividad física, alimentación saludable, prevención de accidentes, adicciones y violencia, prevención de sobrepeso y obesidad, higiene personal, cuidado responsable del entorno y de animales de compañía, comunicación con padres, la importancia de aplicación de vacunas y medidas preventivas.
México es el primer país a nivel mundial con sobrepeso y obesidad siendo estos los principales factores para desarrollar enfermedades cardiovasculares, metabólicas como Diabetes Mellitus, del sistema musculo esquelético y algunos tipos de cáncer, considerándose dentro de las primeras causas de mortalidad en el país. Las encuestas arrojan que siete de cada diez adultos mexicanos sufren de sobrepeso y obesidad.
Los hábitos poco saludables son una combinación de una mala alimentación, con poca o nula actividad física, escasos hábitos higiénicos y cada día se suma a ello, el uso de drogas.
Las causas son múltiples; por mencionar algunas la educación escasa, el procesamiento de los alimentos y un aumento de consumo de los mismos, publicidad voraz, infodemia (desinformación), elementos culturales, el poco tiempo para la realización de actividad física, la inseguridad que aqueja al país, entre otros factores.
De ahí la importancia de difundir estrategias educativas que favorezcan hábitos saludables con enfoque hacia una alimentación saludable y actividad física principalmente, pero aunadas a la prevención de adicciones, salud mental, prevención de violencia familiar, prevención de accidentes. Varios países coinciden en poner en marcha programas de educación para la salud con el fin de prevenir la enfermedad y sus complicaciones mediante la modificación de los comportamientos humanos. Se sabe que muchas de las conductas que se consideran nocivas se adquieren en la infancia o en la adolescencia y se implantan de tal forma que tratar de cambiarlas posteriormente resulta difícil. Por tal razón, dichas estrategias son una inversión en salud a futuro, ya que nos da la oportunidad de reforzar los conocimientos a lo largo de su vida adulta.
La educación para la salud es un proceso de formación permanente que debe iniciarse en los primeros años de la infancia; desde los 2 años con el fin de generar una vida sana que se verá refleja en la vida adulta. Es una combinación de actividades del día a día que conducen a las personas al deseo de estar sanas, que sepan cómo alcanzar la salud y hagan lo indispensable para mantenerla.
La edad preescolar es la etapa en la que el niño adquiere las bases para su óptimo desarrollo, misma donde se alcanza el 80% de la maduración de su sistema nervioso central y es la etapa donde desarrolla hábitos; que deben ser orientados a tener una vida saludable.
Para finalizar les comparto los cinco hábitos claves en la educación infantil que comprende de los 0 a 6 años:
Apreciación y cuidado del entorno y de nuestro propio cuerpo. Esto se refiere al desarrollo de hábitos saludables y alimenticios que permiten un consumo responsable desde las edades más tempranas. Como mantener una alimentación equilibrada, utilizar productos reciclados, contribuir a evitar la contaminación.
Hábitos relacionados con la lectoescritura. Los cuales favorecerán la socialización de los niños.
Hábitos de tecnología y relacionados con el ejercicio físico. Sobre todo, los de equipo, favorecen la participación, la autonomía y el desarrollo de capacidades motoras.
Hábitos de higiene y autonomía personal. Se refiere al desarrollo del cuidado personal como es el baño diario, lavado de dientes, cumplimiento de horario de sueño, aseo de su habitación.
Hábitos morales, conductuales y sociales. Asegurar que los niños a los 3 años de edad tienen la capacidad para distinguir las diferencias de género, raciales e incluso de diversidad y manifestar actitudes respecto a lo mismo.
Recordar que el aprendizaje de estos hábitos a cualquier edad se promueve a través de un conjunto de acciones destinadas a la generación de conocimiento que favorezca una vida saludable.
PRESIDENTE DEL CIGE-Salud
(Colegio de innovación y Gestión en salud) 2020-2024.
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