MIAMI. El presidente de EU, Donald Trump, que es esperado este fin de semana en Florida, ha empezado a construir un helipuerto en Mar-a-Lago, su residencia en Palm Beach, el sureste del estado, informaron hoy medios locales.
“La obras están en marcha, pero no está terminado. Dudo mucho que esté listo para este fin de semana”, dijo la alcaldesa de Palm Beach, Gail Coniglio, en unas declaraciones recogidas por el medio digital Palm Beach Daily News, que publica fotografías de los trabajos.
Cuando el helipuerto esté operativo, Trump podrá trasladarse en helicóptero desde el Aeropuerto Internacional de West Palm Beach, en lugar de tener que hacerlo en automóvil como hasta ahora, lo que obliga a cortar calles y desviar el tráfico local.
El helipuerto, una plataforma de cemento reforzado con acero de 8 pulgadas (20,32 centímetros) de ancho y 50 pies (15’25 metros) de largo, dista 300 pies (91,5 metros) de las edificaciones de Mar-a-Lago, según el arquitecto Rick González, autor del proyecto.
Mar-a-Lago, una propiedad en primera línea costera adquirida por Trump en 1985, alberga, además de su residencia, un club privado en edificaciones que datan de finales de los años 20 del siglo pasado.
El organismo de preservación del patrimonio de Estados Unidos y la alcaldía de Palm Beach, una manga de tierra unida al continente por varios puentes, autorizaron el mes pasado la construcción del helipuerto pese a las quejas de algunos vecinos por el ruido que generarán los helicópteros.
Las visitas de Trump a Mar-a-Lago están suscitando también quejas de un aeropuerto cercano a Palm Beach, que debe cerrar sus instalaciones cuando el presidente está en Mar-a-Lago debido a las restricciones al trafico aéreo que se implementan, y de los responsables de las finanzas de la ciudad por el costo que tiene el necesario incremento de la seguridad.
Tras haber pasado tres fines de semana seguidos en Mar-a-Lago, Trump no viajó al sur de Florida el pasado fin de semana, pero volverá este que viene a su “Casa Blanca de invierno”, como él la llama.
Este martes Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, confirmó lo que ya se sabía por los anuncios de restricciones aéreas en la zona de Palm Beach por parte del organismo encargado de aviación civil.
El viernes el presidente estará en Orlando (centro de Florida) para una reunión sobre la libertad para elegir escuela y la reforma educativa que su Gobierno propugna, que tendrá lugar en un colegio católico de esa ciudad.
Ese mismo día viajará a Palm Beach.
EFE