Edgar Contreras
El América coquetea con el tricampeonato tras vencer 2-1 a Rayados en la ida de la Final.
Lo que parecía un sueño al inicio del torneo, cuando incluso André Jardine hablaba de lo complejo de las dinastías, hoy es un objetivo al alcance, gracias al trabajo colectivo que se tradujo en los goles de Kevin Álvarez y Alejandro Zendejas, para remontar y reponerse al golazo de Sergio Canales.
De no ser por el portero Luis Cárdenas la serie estaría liquidada: el guardameta negó goles cantados a Víctor Dávila, Cristian Borja y Álvaro Fidalgo. Manos a la cabeza y hasta como rezando, así reaccionaron jugadores como Ramón Juárez y Cristian Calderón.
El estadio del Puebla ya es la segunda casa azulcrema. Así se sintió por los rótulos en el túnel que conducía a vestidores y los tres gigantescos telones en las gradas repletas de amarillo, ese color que tan cómodo se siente en estas instancias.
Rayados tuvo el control al inicio del partido, a pesar de que al minuto 2 ya había perdido por lesión a una de sus figuras en esta Liguilla, Lucas Ocampos.
El ADN del América otra vez entró al rescate en momentos de adversidad e incluso un tiro en el que Zendejas abanico el balón casi fue la asistencia para Kevin, ese que superó una pubalgia y que empieza a desquitar la inversión.
Lo de Zendejas al 49’ fue de crack al recibir de espaldas y en un movimiento jalar el balón con la diestra y después disparar de zurda, el segundo tanto que tiene al América un poquito más cerca del tricampeonato, a solo un partido a celebrarse el domingo en la cancha de Rayados.
