Antorcha Campesina rechazó la represión y el diálogo con policías planteado por el gobierno de Francisco Domínguez, luego de reinstalar el plantón levantado la madrugada del sábado y exigir el cese de amenazas en contra de su dirigente estatal, Jerónimo Gurrola Grave.
Jesús Tolentino, líder regional del movimiento y Homero Aguirre, vocero nacional, ofrecieron una conferencia de prensa este domingo en el Mesón de Santa Rosa, para responder a la embestida de las autoridades y advertir que puede convertirse en un asunto nacional.
El primero, también a cargo de Antorcha en el Estado de México, señaló que la administración panista ha ido escalando el problema colocándolo en un momento verdaderamente crítico y comentó que pedirán la intervención del presidente Enrique Peña Nieto para hacer respetar el estado de derecho garantizado en la Constitución de 1917.
Condenó el biólogo Tolentino el desmantelamiento del plantón por parte del gobierno de Domínguez y denunció la intercepción de antorchistas provenientes de San Juan del Río y el aseguramiento de una camioneta con propaganda, como si se tratara de droga.
También recordó que tienen dos años y cuatro meses esperando que Pancho realice las obras comprometidas con las colonias y comunidades defendidas por Antorcha Campesina y para las que sus diputados federales bajaron 98 millones de pesos, secuestrados por él.
Hizo Tolentino un llamado a la racionalidad y mesura del gobierno y reiteró que, si no hay respuestas positivas, harán la manifestación anunciada para el próximo día 23, aclarando que ellos no marchan por deporte, sino por necesidad.
Por su parte Homero Aguirre señaló que Querétaro es el único estado del país en el que el gobernador no quiere que los antorchistas promuevan recursos federales para el pueblo y le está echando gasolina al fuego al reprimirlos.
Anunció que el próximo martes buscarán una cita con el gobernador para dialogar con él y negó que quieran poner a su administración contra la pared. “Ellos, no nosotros, tienen el poder”.
Por último afirmó que Antorcha Campesina no es un movimiento clandestino, tiene dos millones de miembros en todo el país y ya ha sufrido otros actos represivos en Querétaro, como cuando el gobierno de Francisco Garrido encarceló por tres años a la dirigente estatal Cristina Rosas Illescas.
Al término de la conferencia de prensa los representantes antorchistas fueron informados de que la policía le quitó las placas a sus vehículos, perfectamente estacionados afuera de las oficinas de la organización, en las calles de Río de la Loza.
POR:FERNANDO VENEGAS