JUEGO PROFUNDO
“En la recta final del encuentro, por la banda derecha, el volante ofensivo se clavó entre la muralla defensiva como cuchillo en mantequilla… a pesar de los hachazos del lateral, logro lanzar una diagonal de la muerte al ariete. ¡El artillero, con velocidad y sin pensarlo, armo la pierna y fusiló al cancerbero con un zambombazo cruzado! el tiro fue justo a donde las arañas tejen su nido y los hinchas celebraron la victoria” …
¿Entendiste e imaginaste la acción narrada? Estoy seguro de que sí. Incluso con todas estas palabras coloquiales, cualquier aficionado al futbol puede entender e imaginar sin ningún problema lo narrado anteriormente. Y es que, el futbol tiene su propio lenguaje.
Se les conoce como palabras coloquiales a las que se emplean en un lenguaje dentro en un contexto informal, familiar y distendido. Coloquio es sinónimo de conversación. Por extensión, el lenguaje coloquial es el que, independientemente de la profesión o estatus social del hablante, se utiliza en la conversación natural y cotidiana. Muchas veces por crear un estilo propio y diferenciable, los locutores y comentaristas emplean palabras y analogías que tendrían más cabida en una crónica sobre un combate entre fuerzas militares que están en guerra, que a un partido de futbol. Y es que, si lo vemos, en algún sentido y metafóricamente hablando, el balompié se ha convertido en un sustituto civilizado de la guerra. Este hecho, repito, se ve reflejado en el lenguaje empleado en la crónica deportiva, caracterizado por el uso constante de términos y expresiones de carácter bélico. Y, por otro lado, ese mismo impulso por ser diferente y generar audiencia, ha hecho que también se usen expresiones y analogías a forma de broma (y muchas veces burla), que poco o nada tienen que ver con el futbol. Y también si lo vemos de cierta forma y metafóricamente hablando, el futbol es sinónimo de alegría y debe ser tratado como tal.
Puedes ser afín a un estilo u otro o a la combinación de ellos, pero en realidad creo que ninguna de las formas mencionadas es mala, de hecho, es preferible por la riqueza en opciones que aporta para el aficionado e incluso para el idioma. El lenguaje del fútbol puede resultar tan amplio como cualquier otro idioma, pero a diferencia del habla tradicional, los términos del balompié son en la actualidad comprendidos al interior de casi todos los idiomas del mundo. Por poner un ejemplo, la palabra “gol”, significa lo mismo en cualquier parte del mundo y es reconocida de igual manera. El fútbol contiene un habla inigualable que ha derivado de acciones y sucesos en los que no se encontraron otras palabras o semejantes dentro del lenguaje del país y que todos entienden, y que vale la pena mencionar su origen. Como un amante de las palabras y tomando el ejemplo de la narración inicial, les platicare el curioso origen de dos palabras usadas comúnmente en el balompié.
La primera de ellas es “Cancerbero”. En el ambiente futbolístico, sin problema, todos entendemos que se refiere al portero de un equipo; pero en realidad es un concepto adaptado de la mitología griega. El Cerbero (demonio del pozo), también conocido como Can Cerbero, es un ser mitológico de tres cabezas con una serpiente en lugar de cola e innumerables cabezas de serpiente en el lomo. Así como el portero vigila la portería y se asegura de impedir el paso del balón, Cancerbero cuidaba la puerta del Hades (el inframundo griego) y aseguraba que los muertos no salieran y que los vivos no pudieran entrar.
Y la palabra “Volante”, en el ambiente futbolístico, todos entendemos que se refiere al jugador que realiza funciones de centrocampista en el futbol. Pero su origen como definición, esta atribuida al jugador argentino Carlos Volante. En su etapa de jugador del Flamengo, Carlos Martin Volante fue un centrocampista defensivo en los años 30´s. En esa época, era dirigido por Flavio Costa y en una ocasión que no pudo contar con el jugador, le dio instrucciones a un suplente para que realizara las mismas funciones. Al repetir varias veces las instrucciones y desesperado por que el jugador suplente no las entendía, le dijo que jugara de Volante. Al finalizar el partido, el jugador suplente conto esta anécdota a la prensa y así empezó todo…
Así como este hermoso deporte usa expresiones ajenas a su contexto, también ha creado expresiones que otros contextos han apropiado como suyas, las cuales abordaremos en columnas posteriores. Escribeme por twitter y platiquemos @escritorsga