JUEGO PROFUNDO
Como cada 6 meses, nuevamente tenemos definidos ya a los ocho equipos que participaran en la fase final de nuestra liga MX. Leon, Tigres, Monterrey, Cruz Azul, America, Necaxa, Pachuca y Tijuana son los encargados de ponerle “emoción” a esta liguilla. Y los pongo asi, entre comillas por que en los últimos años, la liguilla agrega poca emoción a los aficionados. Teóricamente el formato de encuentros a vida o muerte a visita reciproca debería jugarse con la intensidad propia que lo amerita, pero no es así. La parsimonia y el resultadismo nos hace ver juegos espesos, aburridos y sin emociones. ¿Alguien recuerda alguna fase de liguilla con partidos vibrantes y emocionantes? Yo no.
Por el dinero invertido en sus plantillas, no es una sorpresa cuales son los equipos “invitados” a esta instancia final y eso, aun así, no garantiza el buen resultado final. El poderío económico y estabilidad financiera de los ocho equipos (dos de ellos incluso de la misma familia), permiten pocas sorpresas en nuestro campeonato y esto aleja aun mas a los llamados equipos pequeños de poder alcanzar esas instancias.
En la anterior columna, mencionaba que nuestra liga es de las pocas del mundo donde un equipo puede ligar doce victorias de manera consecutiva y no salir campeón en ella. Esto, desde mi punto de vista es una total injusticia, el esfuerzo y trabajo acumulado durante un periodo de tiempo debe ser premiado y esto, como todos sabemos, no pasa en México. Es totalmente irrisorio que el premio a realizar un buen trabajo durante un torneo, sea premiado únicamente con cerrar las series de encuentros en tu casa.
Nuestra liga, desde su incursión al profesionalismo, es de las que mas cambios, adaptaciones y modificaciones ha tenido; muchos intelectuales consideran el cambio como un progreso, pero en este caso no siempre ha sido así; los cambios han sido no para favorecer la competencia, sino para favorecer intereses económicos y mercadologicos a favor de un grupo reducido, y uno de los ejemplos mas claros que tenemos es la llamada “liguilla”.
Hasta el año 1969, los campeones de nuestro torneos se definía por la cantidad de victorias lograda durante el torneo, y fue hasta al término del certamen 1970- 1971 que se jugó la primera Liguilla, que en realidad fue una Gran Final con sólo con dos equipos, el América y el Toluca quedando el título en manos de los Azulcremas. Los Playoffs de la NFL y la historia del beisbol de las Grandes Ligas con la postemporada fueron las grandes influencias de la Liguilla, pues en 1967 en el Futbol Americano de Estados Unidos comenzó esta tradición con cuatro equipos que aumentaron a ocho en 1970. El probado éxito comercial fue replicado en México y funcionó de inmediato… pero solo para unos cuantos.
En el libro: “11 décadas del futbol mexicano”, el periodista, escritor y miembro del comité ejecutivo de la IFFHS (International Federation of Football History and Statistics), Carlos F. Ramirez; describe de manera muy exacta y apropiada el momento de nuestra historia futbolística donde se instauraron las liguillas y las repercusiones que desde entonces él visualizaba y que no han sido alejadas a la realidad.
En la pagina 109 de su libro, en el apartado: “Las liguilla: Medicina equivocada para la economía de los clubes”, el autor nos cuenta: “En 1970, se dio plena euforia mundialista cuando por primera vez el dinero se impuso al deporten el panorama del futbol mexicano, se creo un espejismo económico: mientras mas partidos se jueguen, mas dinero se gana”.
“En 1970, Guillermo Cañedo, estaba ilusionado que con el impacto del Mundial de 1970 en nuestro país, surgía la posibilidad de que el futbol mexicano llegara al nivel de la liga que tenían en Inglaterra, y decía que se sustituyera la poco emotiva Copa México por una “serie final” al estilo de las series mundiales de beisbol de Estados Unidos. Le hice ver que el beisbol es una cosa totalmente diferente en pasión e idiosincracia al futbol; que las series post liga se juegan después de que mas de cien partidos en confrontaciones regulares determinan a los mejores que juegan esa serie final. Y por otra parte, los equipos débiles siempre rellenan sus áreas antes de la Serie Mundial, pues tienen la oportunidad de enfrentar varias veces a los mejores equipos que eventualmente estarían en esa serie final. Pero en esos tiempo, fue inútil tratar de convencer con lógica. El publico se veía como dócil corderito, manipulado dentro de la euforia mundialista, juzgando en plan secundario a los intereses de quienes manejaban el negocio. El tiempo ha demostrado que los que tomaron esa decisión, “metieron la pata” olvidando que en el futbol, los pies se usan para patear la pelota, no para tomar desiciones. Años después, en 1996, el Sr. Cañedo me dijo que yo había tenido razón en lo que había dicho sobre las liguillas, pero claro, era demasiado tarde. Así, equipos modestos, de ciudades donde el futbol era el espectáculo importante de la diversión de la gente, comenzaron a desaparecer por no tener forma de competir en un campeonato que no se decide jugando dos vueltas a visita reciproca, sino un remedo llamado “La Liguilla” que en mi opinión solo llega a interesar en la final (y eso, a veces ni en ese momento), y van creando un grupo de expertos en especular con los resultados, entrenadores que solo buscan el puntaje mínimo para calificar. Ver un juego en que solo interesa practicar un futbol de miedo o de puntaje, un espectáculo deplorable que ha provocado asistencia ridícula a los estadios.”
Definitivamente la liguilla no premia el esfuerzo. Carlos F. Ramirez, nos dice también: “Inicialmente entre 1970 y 1996, cuando menos jugaban todos contra todos, a dos vueltas, a visita reciproca. Aun así, solo en 12 de los 27 torneos el que acabo en 1er lugar refrendo su superioridad ganando la liguilla. Pero cuando en 1996 algún genio financiero, decide dividir la liga en dos torneos cortos, matamos el concepto de un campeón que supere a 17 rivales en dos vueltas. Inventamos unos torneos cortos que desde el punto de vista del futbol competencia es una aberración, tenemos la riqueza de un deporte profesional que solo lo están aprovechando los patrocinadores comerciales y los que poseen los derechos de televisión. El ejercicio de la liguilla, beneficia a equipos que no hicieron mérito para ganar con sudor y esfuerzo, dando espectáculo, cuando basta un solo partido y una sola jugada (a veces solo un tiro de castigo) para robarle a los demás su esfuerzo de una una competencia. Hemos quitado el brillo al deporte mas bello del mundo, que siempre estuvo ligado al concepto de limpia competencia, sin ventajas para nadie, donde ganaba el mejor en 30 partidos y no el convenenciero en un solo partido”. Se que suena entrañablemente romántico, pero eso no aleja de la verdad al Sr. Carlos Ramirez.
Solo nos queda esperar que esos 8 equipos se brinden en cada minuto, el publico, su publico se los ruega. La moneda esta en el aire y no hay un claro favorito: El Leon por su futbol, Tigres y Monterrey por poderío económico, America y Cruz Azul por su historia, Pachuca por su confirmación y Necaxa y Tijuana por la sorpresa; todos ellos deben salir a la cancha sin especular y hacer que sus aficionados se sientan orgullosos. Ya que incluso, los que no tenemos equipo a quien apoyar en esas instancias, se los agradeceremos. Que comience la liguilla.
Escribeme y platiquemos.