JUEGO PROFUNDO
La CONCACAF tiene su magia. Sus partidos con esos subibajas de emociones, de aciertos magistrales y errores infantiles son el pan de cada día y hoy, sin importar el resultado contra Haití en esta Copa Oro, a los que nos gusta rememorar partidos con esas características, se nos viene a la mente el preolímpico del año 2008. Hay partidos que nunca se debieron haber jugado. Y uno de ellos sucedió en Carson California el 16 de marzo del 2008. De la mano del mejor futbolista mexicano de la historia, la selección tuvo uno de los partidos más fatídicos-cómicos-vergonzosos que se recuerden.
Hay momentos que encumbran a los individuos o que los tiran al vacío y definitivamente, ese partido marco a muchos jugadores y crucifico al Director Técnico: Hugo Sanchez. Esa noche, contra la selección de Haití, la carrera de Hugo como DT se fue a la basura. Pocos torneos de futbol están tan cuidadosamente diseñados para que un equipo lo gane y ese Torneo Preolímpico de la Concacaf estaba diseñado para que México avanzara sin problemas a las Olimpiadas.
Con esa confianza y con su ya conocido y desproporcionado ego, Hugo Sanchez, entonces DT de la selección mayor, tomo bajo su regazo a los jóvenes sub-23 para pasar “caminando” rumbo a Beijing 2008 y llevarse todo el crédito. Tal era la confianza de Hugo, que incluso declaro antes del torneo, que eran fuertes candidatos a una medalla en Beijing, asumiendo que ese preolímpico seria meramente un tramite
México era cabeza de serie en el grupo que compartía con Canadá, Guatemala y Haití.
El primer partido, los de verde empataron a un gol contra la selección canadiense y después, en la segunda jornada, perdió dos a uno contra Guatemala. La victoria de Canadá contra Haití por 5 a 0 en esa misma segunda jornada, parecía complicar el paso de México, ya que solo había obtenido 1 punto de 6 posibles; pero el siguiente partido era contra la débil Haití. Se necesitaban 6 goles para que la selección se clasificara y eso, no se antojaba nada difícil.
Todos conocemos el resultado, México gano 5 a 1 y con esto perdió su pase a las olimpiadas. Cualquier equipo de futbol quisiera ese marcador a su favor, pero en esa ocasión, por las situaciones dadas en el encuentro, era uno de los marcadores a favor mas vergonzoso de la historia.
Guillermo Ochoa, Efraín Velarde, Hugo Ayala, Edgar Castillo, Francisco Gamboa, “Cata” Domínguez, “Gaucho” Avila, “Pato” Araujo, Villaluz, “Paleta” Esqueda, Pablito Barrera y con mención especial: Ángel Landín y Santiago Fernández; fueron los jugadores que participaron en ese encuentro. Y menciono a cada uno por que en su momento todos y cada uno de ellos fueron considerados promesas de nuestro futbol; pero como mencione antes, sin duda ese partido puso un antes y un después en la carrera de la mayoría de esos futbolistas. Algunos no se pudieron recuperar de ese resultado y se entregaron a la medianía y mediocridad y desaparecieron, incluso algunos como el “gaucho” Avila, terminaron jugando por unos cuantos pesos en campos llaneros en ligas locales de nuestra ciudad, Querétaro. Por la carga mediática que se les daba, Luis Ángel Landín y Santiago Fernández, generaban muchas expectativas de convertirse en el goleador que todos esperábamos, eran nuestras promesas y ese partido, ese desgraciado y desafortunado partido, de un tajo, sin remordimiento alguno, los convirtió en anti-promesas. Las fallas ridículas en los minutos 47, 53, 72, 74, 76, 80, 81, 87, 88, 91 y 93, fueron los clavos que apuntalaron el ataúd del fracaso de esa selección. La frase de Martinoli en la narración de ese partido: “¡Hay cuatro en el área! ¡cuatro en el área! y se la entregan al único haitiano!”, nos da un perfecto resumen de ese surrealista partido. A los lectores que no lo recuerden o no lo vieron, les recomiendo que busquen el resumen en YouTube, comprobaran lo que menciono. Como dato curioso, los dos porteros de ambos equipos en esta Copa Oro (Ochoa y Placide), son los mismos que participaron en aquella noche del 16 de marzo de 2008, esa noche que la prensa bautizo como “El fantasma de Carson”.
Hasta ahora, los 3 partidos en el mundial de Argentina 78, el 0 a 2 vs Costa Rica en 2002 de la mano de Hernán Medford en el estadio azteca, la derrota 1 a 2 vs Estados Unidos de la mano de Donovan en ese mismo año en el mundial de Corea-Japón, la derrota 0 a 7 contra los chilenos en Copa América y ese partido vs Haití, (a pesar de la victoria), forman parte de nuestro museo al fracaso y humillaciones. Curiosamente, Ochoa ha sido parte de dos de ellos. Sorprendentemente, a pesar de eso, algunos lo consideran el mejor portero de nuestra historia, poniéndolo por encima de Jorge Campos, de la “Tota” Carbajal, de Calderón y de Larios… las cosas que hace el marketing.
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