JUEGO PROFUNDO
AL CHILE
En México, cuando queremos agregarle un grado extra de veracidad a nuestras palabras, coloquialmente decimos que hablamos “al chile”. Y debo aceptar, que a pesar de que ha pasado ya tiempo desde aquella fatídica noche del 18 de junio del 2016, en la cual la selección chilena de futbol atizo al combinado azteca una de las mayores tundas y humillaciones de su historia; “al chile”, después de casi tres años, yo (como muchos otros mexicanos), todavía no me he recuperado de esa paliza. Y es que hay resultados que te marcan; si no me creen, pregúntenle a cualquier aficionado brasileño acerca del 1-7 que recibieron de la selección Alemana en su propia casa en el mundial de 2014 o del legendario 1-2 que recibieron de Uruguay en el mundial de 1950 y que dio origen al mito del “Maracanazo”. Ese tipo de derrotas se te quedan en el corazón.
En aquella noche azarosa y triste para la selección mexicana, la “Roja” propino al “Tri” uno de esos resultados futbolísticos que jamás se olvidaran. De esos resultados que te dejan sed de venganza deportiva, y por esa razón, a partir de ese día, los partidos contra la selección chilena gozan de un sabor especial; aunque siendo claros y objetivos, una golpiza como la de aquella noche fue tan dura y contundente que probablemente a pesar de obtener alguna victoria contra la “Roja” en un futuro, jamás será suficiente como para considerarse revancha. El viernes pasado, en el debut del “Tata” Martino, la selección mexicana volvió a medirse contra la selección chilena en un partido amistoso donde predomino el buen trato de balón y de pierna fuerte por ambas partes. El resultado como sabemos, fue un agradable 3-1 a favor de los nuestros; pero ajeno al resultado, el funcionamiento del equipo mexicano deja un sabor más que agradable en el medio futbolístico. Después del casi irreal periodo de Juan Carlos Osorio, la llegada de Gerardo “Tata” Martino, sin duda es una bocanada de aire fresco a la selección mexicana, un hombre nacido futbolísticamente de un club histórico como Newells Old Boys en Rosario, Argentina, que fue dirigido por Bielsa y acostumbrado a trabajar con figuras mundiales con egos descomunales, no se espantara de tomar decisiones que seguramente incomodaran a más de algún seleccionado mexicano instalado en zona de confort. Entendedor de la importancia del grupo antes de la individualidad, Martino ya ha dado su primer golpe sobre la mesa, cuando declaro que la decisión del “tecatito” Corona de no asistir a la convocatoria, tendrá consecuencias en un futuro para el futbolista.
No hay lugar a duda que Marcelo Bielsa ha dejado un legado y estilo en varios jugadores a los que dirigió y que ahora son directores técnicos. Gerardo Martino es uno de los entrenadores de hoy en día que pertenece a ese selecto grupo y como tal, se espera en la selección mexicana, el buen trato de balón, posesiones largas y sobre todo, la verticalidad que caracteriza la escuela del “loco” Bielsa.
Cabe mencionarse también, que en su carrera como DT, no todo ha sido color de rosa para el “Tata” Martino. Con un Barcelona FC plagado de figuras solo pudo conquistar la supercopa de España y con la selección argentina (también repleta de figuras), llego de manera consecutiva a dos finales de Copa América (2015 y 2016), y curiosamente, ambas las perdió contra la selección chilena. Sin duda, los mejores resultados del “Tata” han sido con plantillas modestas y sin muchos reflectores.
En el año 2001, el afamado (e imperdible) escritor chileno, Roberto Bolaño, autor del libro “Los detectives salvajes”, en una serie de correspondencias con el editor Sergio Olguín, (en las cuales hacían analogías de escritores argentinos y chilenos como si estos formaran parte de un equipo de futbol y su alineación), menciono: “Contra lo que ocurre con la selección chilena, en donde probablemente jugaríamos muy pocos, la argentina tiene una sobreabundancia de cracks.”
En México no tenemos muchos jugadores de nivel de selección nacional, además, es prácticamente nula la presencia del futbolista mexicano como figura mundial y en mi afán de relacionar casi todo con futbol, tomando las palabras y analogías del maestro Bolaño, los fracasos de Martino con equipos repletos de figuras y así mismo, sus éxitos al exprimir lo mejor de plantillas modestas; el “Tata” puede ser agua bendita para la selección mexicana, ya que además, Martino gusta de combinar la experiencia con la juventud en su parado táctico y esto lo puede llevar a ser el guía que conduzca a buen camino el cambio generacional que la selección mexicana está experimentando.
Sin duda un solo partido es muy poco para ejercer un juicio, pero en esta ocasión, “al chile”, tengo buenas sensaciones del futuro en esta nueva etapa de la selección al mando del “Tata” Martino. Esperemos que así sea.