DESDE LOS BALCONES
Jamás imaginaron los geniales economistas Austriacos, empezando por Bohm BAWER, David Walras, Jevons o Menger que, al dar preferencia unilateral al valor de uso de las mercancías, contra el valor trabajo de la economía clásica y su culminación en la magna obra de EL CAPITAL, lo que estaban propiciando con el mero de valor de cambio, (la utilidad y el servicio que presta una mercancía) con ello iba a surgir en el horizonte del capitalista, una de las formas mercantiles más indescifrables por cuanto hace a su verdadero valor de uso y su poder de cambio, con la forma universal equivalente de valor: el dinero.
ME REFIERO A LAS DROGAS. ¿Cuál es la diferencia entre esta mercancía, en cualquier de sus formas, y el resto de los bienes mercancías, que se intercambian en el marcado mundial? Que las drogas se producen sin el trabajo salario; base fundamental del intercambio del capital con la fuerza de trabajo.
¿Cuánto trabajo social contienen las drogas y su intercambio por dinero, principalmente divisas, patrón de precios, y equis volumen de toneladas que se consumen en los mercados? ¿Cuánta inversión de capital fijo, para producir y qué competitividad reviste en su concurrencia indiscriminada, valor de “uso” directamente cambiado con los consumidores o los intermediarios del mercado interno y externo?
Por principio de cuentas la cocaína, la morfina, heroína y otras, empezando por la primera y omitiendo la mariguana, son productos de la tierra, de la tierra y de laboratorios en donde “trabajan” un número reducido de individuos, así se involucren comunidades enteras, que obtienen equis rendimiento de toneladas del producto final a partir de grandes volúmenes y extensiones de tierra, que suman cientos de miles de hectáreas, según el país y las condiciones de propiedad de que se trate, en este caso los países y las regiones atrasadas de nuestro Continente Latinoamericano, en Asia y en Africa sucede otro tanto en forma parecida.
Todos estos “productos” no constituyen valor alguno por varias consideraciones: una de ellas, es que no son propiamente, productos de valor del trabajo, sino de la tierra, esto es renta; esto se demuestra con el bajo costo de producto droga y si contrastante elevadísimo valor de consumo.
Por eso resulta este intercambio mundial de valores de uso de la droga, enormemente perjudicial al resto de las exportaciones y las valorizaciones de los productos de la industria y del resto de las materias primas exportadas o importadas que se pagan con trabajo y con cantidades sociales de éste, llámense manufacturas, productos agrícolas de primera necesidad que, frente a un precio u otro, la droga no se intercambia ni forma parte de ninguna balanza comercial o de valores, sino que, como los dioses de Epicuro, (perdóneseme el símil) está en todos panteones a donde fluye la producción mundial y de sus plus valores chupa, obtiene sus colosales rentas.
Es una metástasis comercial que gangrena el mercado capitalista mundial y cualquier otro intercambio mundial; por eso constituye un arma poderosa. Su más remota expresión fueron las dos o tres guerras del opio en China, en que intervino el aparato productivo inglés, combinado con ciertos intercambios de la plata por adormidera, hasta que estos cultivos dieron al traste con la industria artesanal India y, luego a su vez el opio por Te Chino que mantuvo por décadas enteras adormilado a parte de ese gran pueblo, entonces 1840-1850. Si acaso con una población de 300 o 400 millones de seres humanos.
Este comercio, al que nos venimos refiriendo, quiérase que no, infesta y domina el resto de la producción industrial y ya no se diga agropecuaria de consumo interno y exportación, especialmente los salarios medios y altos y torna más complejo tanto la producción suntuaria, como ese consumo, especialmente la industria inmobiliaria, a donde puede cobrar dividendos mezclado con otros intercambios monetarios y aún el crédito de todo tipo.
LAS GUERRAS DEL OPIO, LAS PERDIO EL CAPITALISMO EN ASIA Y FUERON PERDEDORES LOS INDUSTRIALES DE LA MANTA NORTEAMERICANA, LOS EXPORTADORES DE TEXTILES DE Inglaterra, LOS CULTIVADORES DEL ALGODÓN, CUYOS VOLÚMENES DE ESAS MERCADERIAS NO SE INCREMENTARON Y SI EL DEL opio, cuya cantidad y masa de valor de uso y de cambio se fue hasta el cielo, no así las condiciones y el atraso social Chino, la India y todo esa esfera colonizada así y hoy independiente y en transformación, a pesar de los pesares de este intercambio, llaman algunos desigual, pavoroso.
Meter a México en una guerra contra las drogas, es querer tapar el sol con un cigarrillo. ¿Quiénes y porqué están interesados algunos en que eso acontezca? Digamos que los mercaderes de las armas, los especuladores del dinero y su intercambio por todo lo que se compra y se vende y quiénes desde dentro y de fuera, se apropian las plus rentas de la agricultura capitalista, los policías y mandos de la misma de profesión y otros agentes que más vale ni mentarlos.
POR EL ESO PRESIDENTE ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR TIENE RAZÓN AL RECHAZAR LA GUERRA Y LA VIOLENCIA POR QUÍTAME ESTAS PAJAS. LA HISTORIA NO MIENTE, LA HISTORIA NO ENGAÑA, AUNQUE TENGAMOS GENTE QUE LE JUEGA AL TIO LOLO Y A LO GRANDE.
LOS CRIMENES Y LA VIOLENCIA SOCIAL SON UNA PROVOCACION QUE SIRVE A ESE JUEGO DE ESTOS INTERESES Y “TANTAN” COMO DICE LA CANCIÓN.