DESDE LOS BALCONES
El legendario Rey Midas, jamás pudo imaginar “EL PROCEDE” de las concesiones mineras de Vicente Fox y Calderón.
Lo vemos en todas las grandes ciudades de la República, principalmente en los centros turísticos; la propiedad de la tierra sube de precio, su valor en dinero no en productos, ni en productividad, porque esa valorizaciones concomitante con la instalación de nuevos capitales en ella, que se expresa en grandes hoteles, enormes inversiones de capital que pueden atraer y comprar fuerza de trabajo barata, bines de consumo y de producción relativamente menos caros que en los grandes centros mundiales del capital.
Internamente en el país; estas inversiones pueden, con esos nuevos valores de capital, producir a su vez nuevo plus valor, otras plus ganancias, mediante la inversión comercial, residencial, manufacturera, etc.
En este plano, No significan lo mismo las tierras de un ejido de temporal, sembradas o no, en una o cinco hectáreas, por ejemplo, que esa misma superficie dotada de agua potable, redes eléctricas, a poca o relativa de distancia de una red carretera, férrea o de un aeropuerto, que produciendo miles de toneladas de grano, cuyo precio de mercado, por caso, o precio de producción por tonelada se encuentre condicionado por la competencia de producción mundial de granos o, en el caso de México, por la importación de los mismos más caros o más baratos según las rijan los costos y los precios internacionales.
Si los Estados centrales y del Golfo de México, por donde pasan los ductos y los gasoductos de los energéticos, además de las comunicaciones y los centros de carga y descarga de carburantes, que se hallan contiguos a los grandes centros urbanos, dotados de una red de intermediarios del comercio mundial, como Veracruz y Puebla, por ejemplo, donde el precio de un metro de tierra se multiplica por miles y miles de pesos y eso se centuplica, si en esa superficie se instala una casino, por ejemplo, o si por ahí va a atravesar una obra carretera o cualquier otra edificación.
El derroche del precio mundial del petróleo y las rentas y plus rentas que por ello se obtuvo, corrió de la mano por el enriquecimiento fácil y el derroche interno tradicional del enriquecimiento pronto y fácil, al modo como bailaban la vida los diputados, senadores y demás fauna política en los campos de golf del Valle de México y en otros centros parecidos del país y en el extranjero.
Hay otros modos de acumulación de rentas de la tierra, pero la principal estriba en quien valoriza la propiedad de la misma y a partir de qué condiciones de la plusvalía capitalista y cuanta sea ésta en el país.
Las encomiendas, por ejemplo, del siglo XVI en adelante, tuvieron la finalidad de apropiarse las tierras comunales y su fertilidad natural, expresada en m0aderas o pastos y recursos hídricos, además del 0trabajo potencial gratuito de la población.
Hoy se expropia a los ejidos, luego se fraccionan y se venden, se forman coloniales residenciales o populares, se generan rentas diferenciales en cada etapa; ¿pero quién valoriza la propiedad comunitaria ejidal? ¿Los campesinos directamente? El Estado Federal por delante, seguido del resto de las entidades, se convierte en expropiador (CORETT HIZO LAS VECES), PUEDEN VARIAR LAS FORMAS, EL SENTIDO DEL DESPOJO A LAS MASAS EJIDALES ES EL MISMO: SE LES ARROJA UNOS CUANTOS CENTAVOS Y EL RESTO ES RENTA QUE SE REPARTE EN MILES DE COMENSALES DE ESTE ESTILO DE HACER POLITICA, DICEN ALGUNOS; OTROS DE HACER POLITICA O SIMPLEMENTE HACER DINERO.
Como el tema no así de sencillo, dejamos esto para otra ocasión; pero pongamos un ejemplo, si existe una superficie grande expropiada y en venta en el mercado de la propiedad urbana, abrir 500 millones de metros cuadrados, al mercado capitalista de la industria, el comercio y lo que usted pueda imaginar, esa descomunal superficie echará por tierra las expectativas de inversión en ella y, consecuentemente, se desplomaría el precio de las mismas y se encarecería las restas de esos Estados, según el grado y la magnitud con que se esté profundizando este fenómeno rentístico, en medio de una cierta recesión mundial. Pero esto es harina de otro costal histórico, que los panistas y una buena cantidad de otros políticos no avizoran y menos entienden. ¡Tampoco los interesa y sino habría que preguntarle al diputado Federal Marcos Aguilar que opina a diario en el aire de sus ambiciones! ¿A poco no?