DESDE LOS BALCONES
¿“Por quien doblan las campanas” del Estado Mexicano?
De 1832, a la fecha, los Estados modernos y los que no se han desarrollado hasta el nivel, en que han experimentado enormes transformaciones.
En esta época, fecha de la muerte del autor de una obra fundamental sobre el Estado y el Derecho, Hegel, prusiano alemán, filósofo de Estado, genial teórico, sin embargo sirvió al surgimiento de corrientes de los que se conoce como hegelianos de izquierda y de derecha. Ninguna de estas tendencias logró remontar el idealismo especulativo en que se desenvolvió Alemania y con otros ingredientes teóricos Europa misma, después de la Revolución Francesa.
Fue otro portento del pensamiento, quien logró hallar y desentrañar las contradicciones metafísicas del llamado positivismo hegeliano, con que se encubre el misticismo especulativo.
Varios filósofos del derecho público y privado, antes y después de Marx, han destacado, corregido y ajustado la crítica del autor de El Capital, desentrañando las contradiciones formales y concretas del ESTADO.
¿Qué son los estamentos, los grupos poderosos de la burguesía frente y dentro del Estado? ¿Qué es el individuo en su existencia de aislamiento y qué el ciudadano, también disuelto en la inmensidad de los estamentos poderosos? Esta es una interrogante que poco, muy raramente nos formulamos para ayudar a comprender los movimientos del Estado Mexicano, desde su surgimiento misturado con los grandes propietarios de la tierra, el ganado y las minas, y el papel social y político que sus esclavos, peones, pudieron o no desempeñar en la transformación de esa estructura feudal.
El estamento feudal minero fue quien determinó el curso contradictorio y nuestra falta de integración como país independiente y el Estado Mexicano actual. HOY, DE OTRA MANERA, LOS DUEÑOS DE MINAS Y CONCESIONARIOS DEL PETROLEO Y LA ELECTRICIDAD HAN RECUPERDO ESE PODER.
QUIENES AHORA HABLAN DE “AUTORITARISMO” Y DE “ENVEJECIMIENTO DE LAS IDEAS”, en esta campaña presidencial, no saben lo que dicen, al confundir el Estado político abstracto de la burguesía y sus elementos reales que, frente al poder Ejecutivo, se yerguen, AMBIGUAMENTE, como pueblo Y PODER, sin alcanzar una categoría u otra, sino después ya como partes integrantes del Estado, como poder civil y legislativo; pero siendo esto último, como un poder que hace leyes para sí, favor de los estamentos de la sociedad civil, donde aquellos sólo son una particularidad aislada, pero no la generalidad y totalidad de ésta última.
Piénsese, por ejemplo, en el largo trayecto que experimentara la transformación social, primero, de la tierra; y luego, en la forma como se expropiaron gradualmente todos los ejidos que circundaban las áreas urbanas del país, todo lo anterior como una forma de acumulación originaria del capital, mediante obras públicas y endeudamiento carretero, electricidad, grandes embalses y obras a cargo del Estado, no del capital hasta ese momento insubsistente, como no fuera renta acumulada y expropiada.
Querétaro es un gran laboratorio social y político poco estudiado, como no sea con cifras y porcentajes sacados de los calzones de quienes creen que la realidad se expresa en cifras y en porcentajes.
NO vamos a dirimir la querella política del Estado Mexicano, simplemente observemos cómo unas camarillas apostadas en todos los municipios, se entregaron a la apropiación de la tierra ejidal y comunal, para subastársela al capital y así medrar de éste. NO es un secreto que esto aconteció en Irlanda y en Escocia, a los inicios del capital manufacturero; y lo mismo ha acontecido en nuestro país y ese es el resultado y la consecuencia de la pobreza social, el desempleo y nuestra extrema supeditación y dependencia del capitalismo Norteamericano, donde ahí sí los estamentos, llamados monopolios, conducen a todo un pueblo y al mundo, pero en forma democrática, donde las abejas ciudadanas pican la flor del voto y engendran DOS ENORMES TORRES GEMELAS; POR EJEMPLO, QUE NADIE SABE DE DONDE SURGIO ESE VOLCAN DE DINERO, QUE SE APOSTARA MUY CERCA DE QUIENES SE HICIERON DE ALGUNA VIVIENDA EN ESA ZONA DE “EL CAMPARIO”, EN MERO QUERETARO.
Una última reflexión empírica, que le ponga sabor al caldo electoral con que nos emborrachamos todos. ¿Por qué y quienes propusieron, bajo distintas condiciones, LA REELECCION EN LAS CARGOS MUNICPALES, EN CASI TODAS LAS LEGISLATURAS, LOCALES Y FEDERALES DE LA TOTALIDAD DE LOS ESTADOS DE LA REPÚBLICA?
¿Es o no autoritario y también estamentario, que quienes se hinchan de dineros privados y públicos, se programen PARA saltar de un cargo a otro, para luego volver a su dedicación privada pública de gestores de estos intereses que, dentro de un proceso capitalista y de cambios de forma de la propiedad de la tierra TUVIERON lugar Todo con decretos de un Estado de Derecho legislado por ellos, en sí y para sus acumulaciónes de renta, dificilmente convertido a capital productivo.
Los estamentos económicos del Estado Mexicano tienen dos alas y hasta tres y cuatro que les permiten cambiar el rumbo, como los colibríes, de ser necesario.
La masa popular y la inmensa cresta de las clases medias, que van a votar porque el Estado cambie de naturaleza y de orientación respecto de los monopolios del capital externo; pero ¿cómo puede acontecer esto? No lo sabemos, tan sólo se atisba que puedan renovarse algunas representaciones legislativas de todo nivel y que esto traiga un respiro a nuestro subdesarrollo, mientras los nuevos dueños de la tierra urbana, antes ejidal, el petróleo del subsuelo y las minas, pudieran servir de palanca real de nuestra transformación económica; pero el mundo entero se está resquebrando y nosotros simulamos o jugamos a asustar a nuestra gente para que no vote de cierta manera, o le compramos de plano esa posibilidad.
¿Qué hacer? Esta es la cuestión diría Skaquespeare. ¡Animo! Y que a Querétaro le cuiden las espaldas, porque se halla muy cerca de los municipios del Estado de Guanajuato y esas contradicciones lastiman a todos, voten o no voten por el color y la tendencia que se quiera.