El presidente de Argentina, Mauricio Macri, viajó de Madrid a Buenos Aires en un avión en el que también volaron narcotraficantes que traían 64 mil pastillas de éxtasis, revelaron hoy documentos judiciales.
El caso, que sorprende por la falta de controles en un vuelo que abordó el presidente, se conoció gracias a que los dos ciudadanos colombianos que traían la droga ilegal fueron capturados en esta capital.
La historia comenzó el 26 de febrero, cuando Macri y su esposa Juliana Awada y parte de la comitiva volaron por primera vez en un avión de la estatal Aerolíneas Argentinas al volver de una gira oficial en España.
Para revertir las críticas que solía recibir por viajar en otras empresas privadas o extranjeras, no en la aerolínea nacional, el presidente y Awada incluso se tomaron una foto al lado de la nave antes de partir.
El problema ahora es que en el mismo vuelo venían Consuelo Martínez Muñoz, de 49 años, y Robinson Ocampo, de 32, ambos ciudadanos colombianos que llevaban ocultas en su equipaje 64 mil pastillas de éxtasis valuadas en unos 800 mil dólares.
Los narcotraficantes lograron evadir los controles de salida del aeropuerto de Barajas en Madrid y de llegada en Ezeiza, en Buenos Aires, y luego se trasladaron al aeroparque metropolitano para tomar un nuevo vuelo rumbo a Santiago de Chile.
La suerte se les terminó en el aeroparque, en donde policías de Seguridad Aeroportuaria descubrieron la droga cuando las maletas fueron revisadas por el escáner, por lo que fueron detenidos.
Pese a que los hechos ocurrieron hace 10 días, recién este jueves, y gracias al fallo judicial del procesamiento de los acusados, se difundió la noticia de que los narcotraficantes habían viajado junto con la familia presidencial.
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