Objetos personales, fotografías, documentos, uniformes, condecoraciones, papel moneda usado por las distintas facciones revolucionarias, un facsimilar de la Constitución de 1917, entre otras reliquias historias, son algunos de los tesoros que se resguardan en las tres nuevas salas renovadas del Museo Casa Carranza, reinaugurado anoche en esta capital.
Situada en la calle de Rio Lerma, número 35, en la colonia Cuauhtémoc, la mansión amarilla de estilo afrancesado que habitó el caudillo de la Revolución Mexicana sus últimos seis meses de vida, reabrió sus puertas luego de tres años de trabajos, para invitar al público a sus salas renovadas, con una visión más íntima del personaje.
José Enrique Ortiz Lanz, coordinador de exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), comentó que el Museo Casa Carranza, inicia una nueva etapa, ahora como un museo de punta, “un museo del siglo XXI, reto que tendrá que llevarse a cabo durante el 2017″.
Indicó que las diferentes salas muestran diferentes aspectos del político y del hombre, “del comprometido revolucionario, el padre de familia, aspectos que forman parte integral de un ser al que, a fuerza de estar en un pedestal, le habíamos restado esta dimensión humana”.
Anunció que durante este año se recuperarán las salas del museo de sitio, “dotándolas de estas múltiples lecturas y permitiendo que la visita se vuelva íntima y pública, un ejercicio de macro y micro repetido”.
También dijo que el Museo Casa Carranza será el primero en el país con accesibilidad total: motriz, visual, auditiva e intelectual, y agregó que la vinculación del museo con sus usuarios y su entorno, con programas y servicios del siglo XXI, posibilitarán que su visita sea más cómoda, interesante y diversa.
A 100 años de firmada la Constitución, el Museo Casa Carranza pretende mostrar su nueva cara: igualitaria, respetuosa e inteligente.
Por su parte, el director del INAH, Diego Prieto, dio a conocer que a este recinto, en cuya sala fue velado el Varón de Cuatro Ciénegas, luego de ser asesinado el 21 de mayo de 1920, en Tlaxcalaltongo, Puebla, durante su camino al sureste, le serán destinados ocho millones de pesos, como parte del proyecto de recuperación del espacio, que prevé la incorporación de nuevas tecnologías.
“Esto demuestra que el espacio es muy importante, sobre todo en el Centenario de la proclamación de la Constitución de 1917”, dijo.
En presencia de los nietos de Carranza, las nuevas salas profundizan en la intimidad del prócer revolucionario; la primera sala está dividida en dos secciones: presenta los orígenes familiares en Cuatro Cienegas, Coahuila y su participación como funcionario público durante el porfiriato.
En esta sección se presentan además fotografías alusivas a la vida cotidiana del revolucionario, objetos personales, indumentaria que usaba en ocasiones especiales como presidente de la República y en su vida diaria como funcionario.
La segunda sala también se muestra en dos partes: la primera versa sobre su papel como aliado de Madero durante la Revolución de 1910, y cómo más adelante, con el asesinato de éste, en 1913, se ve precisado a levantarse en armas contra Victoriano Huerta.
La siguiente sección aborda el conflicto posterior a su triunfo frente a Huerta, ahora con Emiliano Zapata y Francisco Villa en la Convención de Aguascalientes y cómo se ve forzado a ir a Veracruz a establecer su gobierno.
La tercera sala muestra al reformador, donde se exhibe un facsimilar de la Constitución de 1917, se habla de los diputados constituyentes que participaron en la elaboración de la Carta Magna, los decretos de Carranza anteriores a la Constitución y que sirvieron como base para elaborar la del 17.