DEL ZÓCALO A LOS PINOS
Candidatos independientes: Reglas discriminatorias e inconstitucionales
Los candidatos independientes surgieron ante el desgaste y pérdida de credibilidad de los partidos políticos, que en una buena mayoría postulan personajes impresentables que responden a muy diversos intereses. Lamentablemente, la figura se ha desgastado debido a que algunos de esos impresentables que no alcanzan el “favor” de sus institutos políticos, o se desbordan en sus ambiciones, han optado por asumirse como tales; lo cual, en estricto sentido es correcto y está permitido por la ley, en atención a la Reforma Política de 2014 que hizo posible su participación en las elecciones intermedias de 2015, en las que apenas obtuvieron 0.57% de la votación nacional.
Aun así, se dieron triunfos que validan el esfuerzo iniciado en el 2006 cuando Jorge Castañeda intentó ser candidato presidencial, perdiendo un amparo y recurriendo, entre otras, a instancias internacionales. En las antípodas de tales victorias electorales se encuentran dos personajes; en la destacada y positiva, Pedro Kumamoto, quien en 2015, con una campaña apoyada básica y fundamentalmente en las redes sociales y un financiamiento oficial de sólo 18,626 pesos, más 240,000 de donaciones de simpatizantes; ganó con más de cincuenta mil votos el distrito 10 de Zapopan, Jalisco. Al día de hoy está ya inscrito ante el INE como candidato independiente al Senado.
El otro –para mal- ganador en esa elección, lo fue Jaime Rodríguez alias “El Bronco”, un renegado priista que alcanzó la gubernatura de Nuevo León apoyado por los poderes fácticos empresariales que en ese estado tienen un peso relevante y algunos medios de comunicación. Contó también la desastrosa administración del gobernador –priista- saliente Rodrigo Medina; ya en el poder, el Bronco además de hacer evidente su intención de competir por la Presidencia de la República, para la que ya está inscrito, ha dado claras muestras de su poca capacidad mental e intolerancia al gobernar; un estudio realizado por Focus Consulting Group reveló que una mayoría relevante de ciudadanos nuevoleonenses no está conforme con su administración y lo definen como una decepción y muy agresivo.
En este escenario de contrastes, se inscribe el actual proceso electoral; en el que a pesar de las características, orígenes y apoyos de grupos de cada precandidato inscrito, las reglas del juego establecidas por el INE (pero negociadas y dictadas por los partidos políticos ahí representados) no ofrecen una cancha pareja, o por lo menos favorecen a quienes tienen recursos para operar; lo que en estricto sentido no es garantía de nada, debido a que los procesos electorales hasta hoy son un monopolio de los partidos y del gobierno en turno, independientemente del color que represente.
Para muestra, la “inteligente” disposición del INE de utilizar la aplicación en teléfonos inteligentes para levantar firmas de apoyo a las candidaturas independientes, ha sido cuestionada por no estar funcionando adecuadamente; lo mismo Margarita Zavala que puntea en la recolección y trae todo un aparato “inteligente” que la apoya, Ríos Piter, el “Jaguar” así llamado por sus anteriores protectores Ángel Osorio y Marcelo Ebrard o Ferriz de Con, han hecho pública su inconformidad.
Sin embargo, aplicando la lógica elemental, a quien más ha golpeado la inteligente pero anti democrática disposición, es a la cruzada de la precandidata indígena Marichuy. Integrantes de su equipo cuestionaron “aunque funciona sin señal, uno de los primeros problemas con que nos hemos encontrado en la APP es que no en todos los teléfonos inteligentes se puede descargar. Además, después de las cinco de la tarde no permite registrar la fotografía de la credencial para votar del ciudadano que se adhiere, debido a la falta de luz”; y si a ello se agrega que en amplios estratos sociales es difícil contar con un teléfono, ya no digamos de óptima resolución sino de mediana, la inscripción se vuelve aún más complicada. A lo anterior hay que agregar una serie de trabas burocráticas para inscribir a los recolectores de firmas.”
El pasado martes –según nota de La Jornada- “intelectuales, músicos, periodistas y activistas condenaron en un comunicado lo que consideran actos discriminatorios en el proceso electoral contra la vocera y precandidata a la presidencia del Consejo Indígena de Gobierno, María de Jesús Marichuy Patricio Martínez. La declaración está firmada entre otros por Pablo González Casanova, Juan Villoro, Óscar Chávez Fernández, Omar Misael Oseguera y Marco Antonio Huerta Heredia –de Panteón Rococó-“.
A manera de conclusión podemos afirmar. La aplicación que el INE ha puesto a disposición de los aspirantes independientes, basada en los “teléfonos inteligentes”, es acorde con la concepción que los partidos políticos le dieron a dichas candidaturas: mientras más complejas e irrealizables sean los requisitos, mejor. El monopolio de la representatividad “democrática” es de ellos.
Hay quienes afirman que de todas formas hay candidatos “independientes” por los que nadie daría una firma, así les pagaran por ello; puede ser, pero ello no les impide el derecho a participar. Asimismo, resulta evidente que las múltiples trabas terminan beneficiando a aquellos o aquellas que tienen el “cash” para comprar voluntades que les hagan el trabajo de recolectar firmas; prueba de ello es que hasta ahora Margarita Zavala es quien encabeza el número de firmas recabadas.
Lo que no hay que perder de vista y hay que decirlo con todas sus letras, es que la más afectada por tales disposiciones “inteligentes” es Marichuy. Juan Villoro lo dibuja mejor que nadie: “El INE obliga a cumplir con un requisito discriminatorio e inconstitucional: recabar firmas en celulares a los que muy pocos tienen acceso”.
Así, a la lista de nuestras tragedias, se suma el que las instituciones sigan excluyendo sistemáticamente a nuestros pueblos indígenas, sus luchas, sus causas, sus dolores y agonías, sus propuestas y aspiraciones. Lamentable.
¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?