Durante 20 días, un puñado de artistas de todo el mundo sembraron ideas en los muros del Centro Cultural de Querétaro, para recordarte que el agua que fluye por los ríos, transpira por las laderas, brota del suelo, sale de tu regadera, escurre entre la porcelana de los baños, se evapora de tu frente o llega hasta el mar, es la misma que tienes en tu sangre. Humanidad unida, porque El Agua es Una.
Organizado por Pinturas Osel Querétaro, MAPEI de México y TMAQ PangeaSeed Foundation, el Festival El Agua es Una, permitió cambiarle el rostro al Centro Cultural Gómez Morín, gracias al trabajo de más de 20 artistas que a sol y sombra plasmaron su trabajo.
Tres mil metros cuadrados de pintura, que buscan transmitir y unir a la humanidad en torno al cuidado del agua. Para el cierre del festival, Jason Botkin tomó la cresta de la cúpula inspirándose en la piedra del sol de los Aztecas.
Desde su concepción en el boceto, hasta su materialización en el muro, la obra de artistas de diferentes rincones del mundo quedó plasmada a lo largo y ancho del CECEQ, cumpliendo su cometido cultural y del cuidado del agua.
Vale la pena darse una vuelta por este lugar, ubiucado en Constituyentes y Pasteur, a un costado del estadio municipal y darse un tiempo para observar el trabajo de los artistas que logró convocar Edgar Sánchez, quien con su organización a intervenido decenas de fachadas en Querétaro y otras partes del mundo.
POR: REDACCIÓN