El Plan Estatal de Desarrollo 2021-2027 de Querétaro, integra 65 objetivos en 6 ejes: salud y vida digna; educación, cultura y deporte; economía dinámica y prosperidad familiar; medio ambiente sostenible; paz y respeto a la ley y gobierno ciudadano. Hasta hoy, la puesta en práctica de la teoría no se refleja en el bolsillo del ciudadano común para hacerle más fácil y llevadera la vida, por ejemplo en el ámbito de la educación básica con simple voluntad podría evitarse el cambio obligado de uniformes escolares, de libros extras y una serie de cuadernillos y materiales, a veces hasta extravagantes y alentar el uso de material doméstico, reciclable, para trabajos manuales. Lo de la economía dinámica, si se nota entre los comerciantes de todo tipo y tamaño, que en los últimos meses han subido los precios sin reparo ni control, ya ni siquiera se excusan en lluvias o heladas, simplemente le suben, duplican y triplican costos en los básicos, en los superfluos y en la comida preparada no se diga. Del medio ambiente sostenible ni hablar, por todos lados hay basura y cualquier solar es basurero porque los encargados o concesionados para recogerla, suelen ser selectivos y dejar la que no les parece; por aquí y por allá se ven árboles secos o con plagas o caídos o pésimamente mal podados, tanto así que arrasan con ellos; sigue la invasión de espacios protegidos, desmonte y quema de la poca vegetación, la espantosa contaminación generada por los camiones de carga y materialistas y todavía algunos de pasajeros, que a saber de qué beneficio o protección gozan para no portar ni placas y echar más humo que una ladrillera, igual de contaminantes persisten trituradoras de piedra y transformadoras de asfalto. Al final de cuentas a todo se acostumbra el ser humano, también a ver pasar cerros de papel impresos de promesas, lo que sí afecta y cansa es que el rubro de “paz y respeto a la ley y gobierno ciudadano” sea una tomada de pelo. Aquí un ejemplo: recientemente se informó que la PoEs (sic) recuperó en este año dos mil autos que fueron robados, y que “una vez que los vehículos son identificados por los oficiales, se ponen a disposición de la autoridad competente, a fin de que se pueda realizar el procedimiento legal conducente y devolverlo a sus legítimos propietarios”, pues la ciudadanía afectada por este tipo de latrocinio, vive otra realidad, para nada le resulta fácil recuperar su auto y al contrario, a veces hasta acaba perdiéndolo definitivamente. Entre junio del 21 y junio del 22 se recibieron en la Fiscalía 4,327 denuncias de robo de vehículo. En este año se han robado en Querétaro, 342 vehículos al mes o sea, entre once y doce diarios. Si bien es cierto que la mayoría están asegurados, también lo es que en cada robo hay una pérdida considerable al patrimonio del afectado, quien siempre acaba perdiendo a la hora de los ajustes. Muchos robos son con violencia causando un daño más en la salud física y mental, porque no fácilmente se repone la gente de un susto de esos, pero además del “glucosazo” hay quienes acaban perdiendo su vehículo enredados en la maraña burocrática de su posible recuperación cuando se involucra a algún corralón, bien sea porque el auto fue robado y abandonado o porque ahí fue llevado por las autoridades. Pareciera que no hay un esquema de cruce de información para que quien busque encuentre y no se quede acumulando el alojamiento forzado, porque aún habiendo reportado el robo en tiempo y forma y reportarse constantemente para saber si lo hubiesen encontrado, es decir, sin que sea responsabilidad de la víctima del robo, se suele acumular tal deuda con el corralón que a su dueño le resulta incosteable recuperarlo. Evidentemente este tipo de maniobras parecen hechas a propósito, ya se sabe que al menos en Querétaro los corralones tienen fama de abusivos y esto se nota desde que el corralón es eso, un espacio terregoso mal cuidado en todos los sentidos al grado que muchos vehículos son desvalijados ahí culpando de ello a malandros que entraron sin gran esfuerzo, pero cuyas cuotas aprobadas por el propio gobierno son aún más altas que si fuese estacionamiento seguro y techado, $28.27 pesos la primera hora para un auto, $9.72 hora adicional o $115.46 por día y $70.66 de 16 días en adelante. A esto, hay que agregarle arrastre y abanderamiento y lo que se incremente por el horario de oficina que tienen, que en sábado a mediodía ya no encuentra forma de recuperar su vehículo y si corre con suerte, entre semana y horas hábiles hay quien le atienda porque el único empleado se pierde hasta nuevo aviso. En fin, lo cierto es que eso de aplicar la ley sólo beneficia a los de siempre, nunca a los ciudadanos a quienes se les vacía la cartera a tres días de iniciada la quincena y la paciencia también. Lo dicho, otra realidad Al tiempo.