
Al desear a todos los queretanos una muy feliz y bendecida Navidad y recordar que el eje de la celebración es Jesucristo, el Obispo Faustino Armendáriz –que visitará este mediodía el Centro de Internamiento para Adolescentes- dijo a PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, que una de las grandes demandas de nuestro pueblo es la paz y llamó a sembrarla en nuestra patria y en el estado.
Entrevistado en su casa de las calles de Reforma, sede del Obispado, advirtió que no podemos arrinconar a quien es el motivo de la Navidad, que es Jesús, que nace para salvarnos e iluminar la tiniebla, para disiparla. También les comentaría que vale la pena que en este tiempo, como el Papa nos lo ha insistido, dejemos que la luz irradie en la familia, en nuestro corazón y hogares. Y que la luz penetre en todos los rincones de nuestro estado de Querétaro.
La Navidad, recordó el pastor de la grey católica, más allá de las así llamadas posadas, que son fiesta a veces con excesos, y centrándonos en lo que nos prepara para la celebración de la Navidad, las posadas, acompañando a Jesús, María y José en los peregrinos, la Navidad es un tiempo de perdón.
En ese contexto, comentó don Faustino “que vale la pena que si alguno de nosotros guarda rencillas en su corazón, aproveche esta oportunidad de paz y amor para tratar de quitar esos lastre.
Sentenció también que una de las grandes demandas de nuestro pueblo es la paz. “Por un lado pedirle a Dios la paz, porque es un don de Dios, pero por otro lado también esforzarnos porque es una tarea de los hombres sembrarla en nuestro hogar, en nuestro corazón, en la relación con los demás y en el lenguaje de paz que tenemos que manejar para ser constructores de paz en nuestra patria y en nuestro estado”.
Subrayó que hoy 24 de diciembre es el día central del cristianismo y “celebraremos la misa ordinaria del cuarto domingo de adviento, posteriormente nos vamos al reclusorio de los jóvenes a mediodía y a las nueve de la noche estaremos celebrando la Santa Misa de Navidad en Catedral”.
El Obispo habló a este medio al regresar de Amealco, después “una celebración fuera del contexto de las fiestas con gran colorido y folclor que hacen nuestros hermanos en San Ildefonso. Se celebró un gran acontecimiento porque una señorita de sus integrantes, llamada Paula, se consagró a Dios como religiosa”.
De tal manera, agregó, que ellos resaltaron y valoraron celebraron este acontecimiento. Es una profesionista, pero al mismo tiempo con deseos de dedicar su vida a Dios dentro del trabajo, o sea que en esta orden de Vírgenes Consagradas, en la cual ella se consagró a Dios, se les permite seguir con su trabajo y siendo fermento en el Evangelio en el mundo.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN