Orgulloso de que su hijo Luis Bernardo vaya a ser alcalde capitalino, el ex senador Arturo Nava Bolaños –el primero de oposición en la historia de Querétaro- negó haberlo inducido a la política. Desde niño, revela, soñaba con ser presidente de la República.
El también ex dirigente nacional de la Asociación de Padres de Familia y aspirante a la presidencia municipal de Querétaro en la contienda del 2003, confía en la preparación y vocación de su heredero, que nació en pañales azules.
Entrevistado en el marco de las celebraciones por el triunfo de Luis Bernardo Nava Guerrero como candidato a la presidencia municipal de Querétaro, el antiguo militante y dirigente del Partido Acción Nacional, no oculta su gusto y satisfacción por el resultado de las elecciones y apuesta a que será un magnífico alcalde.
-Su perfil es muy bueno. Es una persona que le va a echar todas las ganas a la administración de Querétaro. Lo importante en estos casos es que la gente no tenga cola que le pisen. Tiene vocación de servicio desde hace muchos años.
¿Usted lo indujo a la política?
-Lo invitaba. A él le gustó la política. Desde chico decía que quería llegar a ser presidente de la República. Era niño, tenía unos ocho años.
Interrogado sobre la situación del país, tras el contundente triunfo de Andrés Manuel López Obrador como futuro presidente de la República, Arturo Nava Bolaños responde: Yo creo que va a haber muchos ajustes en todos los partidos y cada quien tendrá que asumir sus responsabilidades.
Nava Bolaños, dedicado desde hace años a la vida privada, apoyó a la carrera política de hermano Eduardo Nava, que también fue senador de la República y ahora ve con beneplácito a su hijo Luis Bernardo que ya fue diputado local, secretario de Gobierno Municipal y jefe de La Oficina Gubernamental con Francisco Domínguez Servién.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN