ALHAJERO
Gracias de todo corazón
La última frase de su discurso es la que mejor pintó al hombre que ayer se paró ante las cámaras, en el patio del Palacio Nacional, a dar cuenta de sus primeros cien días de gobierno.
Fue una frase breve, muy breve: “Gracias, de todo corazón”.
Y es que, a diferencia de otros días y de múltiples y tormentosas mañaneras, el Andrés Manuel López Obrador que habló esta vez, dejó a un lado la rijosidad, la provocación, la confrontación. Respetuoso y prudente, podríamos describir su actitud. ¿Eso era lo que el Presidente de la República quería mostrar en ese momento, en ese corte de los cien días, ante sus invitados especiales? Creo que sí. Y la humildad le sentaba bien al Presidente. Tanto, como su grito de batalla con que había concluido el video de la mañanera, un par de horas antes, ante los reporteros de la fuente: “¡Me canso ganso!”. No debería sorprendernos. En AMLO –como entre muchos de nosotros- conviven distintas personalidades. Y ayer resaltó su lado humano, el del fondo de su corazón. Paradójicamente, la ceremonia en sí –el ambiente, los pocos invitados, el patio semivacío y las múltiples filas de sillas vacías- lucía poco entrañable. Incluso los aplausos de los suyos, de sus colaboradores, tardaron en manifestarse.
Al final de cuentas fueron una veintena de aplausos los que se le obsequiaron a AMLO durante la hora y 15 minutos que duró el informe de sus primeros cien días de gobierno. Dos de ellos, personalizados: uno para Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, y otro para Ana Guevara, titular de la Conade. Otro, dedicado a las Fuerzas Armadas –el Ejército y la Marina-, a sus líderes y al secretario de Seguridad, Alfonso Durazo. Varios más, al destacar la honestidad del pueblo, el comportamiento de la población durante el desabasto de la gasolina, y a asegurar que el sector energético sería rescatado, a pesar de su complejidad.
De entre los apuntes más destacados que el propio Presidente hizo sobre su estilo de gobernar:
-La Presidencia no tiene partido ni privilegia a grupos, ni tiene intereses creados. No hay lujos en mi gobierno. Se acabaron los privilegios de la otrora burocracia dorada.
-La mayor riqueza de México es la honestidad de su pueblo. Aunque pasemos de la austeridad republicana a la pobreza franciscana, siempre habrá estos apoyos (de Bienestar). Reitero, reafirmo el compromiso de no fallar. Nunca jamás claudicaré. Antes muerto que traidor.
Esa aseveración de AMLO al término de su mensaje: “Antes muerto que traidor”, quedaría reverberando entre los muros del Palacio Nacional.
GEMAS: Obsequio de Manuel Bartlett para Felipe Calderón: “Señor @FelipeCalderon, carece de autoridad moral y en la materia. Le he de recordar que fue Secretario de Energía desconociendo por completo el tema y promovió medidas declaradas inconstitucionales. No menos grave, se puso en manos de empresas extranjeras del sector”.
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