ALHAJERO
El Ejército arrinconado
Unos defienden su “prudencia”, el haber evitado una confrontación con la población; otros critican su “pasividad” frente a los sucesos que se desenvolvían y los señalan incluso de haber sido “omisos” en su deber.
Para Eduardo Guerrero, consultor en seguridad pública, lo ocurrido el viernes “revela crudamente el dilema del gobierno” de cómo usar al Ejército.
-Están pensando como políticos el tema de la seguridad –indica-; hay confusión sobre las funciones del Ejército por la embestida de las ONG y de los activistas que están en contra de su actual situación por la Guardia Nacional.
Desde su punto de vista, hubo “una gran pasividad” de los uniformados en Tlahuelilpan: si está en peligro la gente, ¡le entras! Puedes hasta dejar las armas, colocarte en un lugar elevado y hablar del peligro inminente: haces un llamado con altavoces y lo repites cien mil veces, advirtiendo del peligro… Otra confusión: Hay quienes apuntan hacia los militares como si fueran el enemigo público, cuando ¡los criminales son el peligro y nadie habla de ellos!
A Guerrero, al igual que al investigador Gerardo Rodríguez, les entristece y les duele lo que pasa con los militares: El Ejército está “muy golpeado, achicopalado, desmoralizado… -apuntan-; se ven muy arrinconados por las críticas. No hay nadie que los defienda”.
Erubiel Tirado, coordinador del Diplomado en Seguridad Nacional, Democracia y Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, lanza un análisis, pero nos detendremos sólo en una vertiente por cuestión de espacio: El huachicol en los tiempos de AMLOVE. Expone el especialista: hay un entrampamiento evidente sobre la manera de comportarse ante la degradación y complicidad social existente en el huachicoleo (por eso es preferible la acción policial y de seguridad en cuanto a la gradualidad en el uso de la fuerza, cosa que los militares no entienden porque su ADN dice que usen la fuerza letal por definición).
Enviar sólo 25 soldados para contener a 800 personas que están delinquiendo sobre un recurso estratégico, de entrada es un error mayúsculo a lo que hay que agregar no haber recurrido, si es que no querían comprometer más elementos militares, fuerzas de seguridad federal y estatal. Pudieron haberlo hecho y no lo hicieron. NO me explico. Como tampoco me explico que, si como afirman, hubo agresiones físicas contra los militares desplegados, éstos no se hubiesen defendido. Si la omisión del ejército es ésta, el precedente no es halagüeño –advierte Tirado. Por ahora, según lo dicho por la Sedena, lo que vimos el viernes manda una señal, si no de debilidad gubernamental ante el delito corporativo y de crimen organizado, sí de que se puede usar a pobladores como “escudos cómplices” para evitar el ejercicio de la violencia legítima del Estado.
…
GEMAS: Obsequio del ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier: “Continuaré luchando hasta obtener mi absoluta libertad. Lo seguiré haciendo como hasta ahora: con respeto, discreción y haciendo uso de las herramientas que la ley me brinda”.