ALHAJERO
Anaya noqueó a Meade y AMLO sobrevivió
Varios de los contendientes podrán proclamarse triunfadores del debate presidencial de anoche. Y, de acuerdo, con los gustos, filias o fobias, bien podrían tener razón.
Pero algo sí quedó clarísimo. El mayor perdedor fue José Antonio Meade.
No hubo manera de que el candidato del PRI contrarrestara el tema de la corrupción.
Su honestidad personal no alcanzó para “limpiar” a los gobiernos para los que ha trabajado y particularmente al Presidente Enrique Peña Nieto. Nunca se deslindó, siguió protegiendo hasta el final al hombre de Los Pinos. Eso significó su derrota.
Quien tiró a la lona a Meade fue Ricardo Anaya.
El panista echó mano de la siete de siete que tanto presume el del tricolor para demostrar su honestidad: Le devolvió otra siete de siete apabullante que lo hizo besar el sueño: El caso Oderbrecht, el socavón, la Estafa maestra, César Duarte, Javier Duarte y Roberto Borge.
Seguida de una interrogante: ¿De qué tamaño fue la rebanada de pastel que te tocó?
Y la que de plano arrancó carcajadas hasta de ya saben quién, fue cuando Anaya le preguntó: ¿Tu jefe Peña ha gobernado con honestidad?
El del tricolor intentó sobreponerse, pero poca resonancia tenían sus críticas y sus ataques. Andrés Manuel López Obrador de plano, hubo momentos en que de plano lo ignoró.
¿Qué todos fueron por el de Morena? Sí, sin duda –“aquí están todos echándome montón”, diría-. Natural, puesto que es el puntero en las encuestas. Pero déjenme decirle que no le fue tan mal como pudo haber sido.
La parte más incómoda fue cuando Anaya le señaló sus críticas hacia Alfonso Romo –al que habría calificado de corrupto cuando el caso del Fobaproa- y hoy lo tiene como jefe de su gabinete. En dos y hasta tres momentos se lo planteó el panista. Andrés Manuel la dejó pasar.
Anaya insistió en evidenciar sus “engaños”. No resultó convincente. Meade en acusarlo de ratero hablando de tres departamentos que supuestamente tiene el tabasqueño y que no puso en su tres de tres. Mucho menos funcionó. Amlo le contestó que si en verdad existieran “se los regalo a Meade”
De hecho, también en este tema también le fue mal al Candidato del gobierno en el poder. Cortesía esta vez de Margarita Zavala: “No uso mi honestidad para tapar la corrupción de otros, como hace Meade”, le sorrajaría. Y al poco rato volvería sobre é: “Tu siete de siete, así sea 25 de 25, no puede sostener la corrupción de este gobierno”.
¿Qué es lo que no funcionaba en Meade? Esencialmente que no conecta. Que no habla con el corazón, sino que parece estar recitando algo aprendido de memoria. Y, sobre todo, termina transmitiendo una forma de deshonestidad al proteger y no tocar con la más mínima crítica al gobierno actual. Una pregunta fue reveladora de ese momento:
-¿Qué hizo mal este gobierno en la lucha contra la corrupción?
Salió por peteneras: Seguimos en el mundo de la declaración, bla, bla, bla…
Fue el principio de la derrota.
Jaime Rodríguez “El bronco” fue quien le puso el cascabel al gato en distintos momentos (y valga aprovechar para mencionar que el debate fue esta vez más atractivo en su formato y que los tres moderadores –Denise Maerker, Sergio Sarmiento y Azucena Uresti– lo hicieron muy bien).
Histriónico como es, el regio lanzaba preguntas directas a los otros debatientes. Una que hizo reír a los ahí presentes fue cuando le preguntó a Anaya: ¿Se van a unir tú y Meade?
Pero lo que realmente alarmó fue su propuesta “mocharle la mano al que robo”. Sí, tal cual, lo repitió hasta tres veces, a pregunta insistente de la conductora.
De Margarita queda la defensa insistente en el gobierno de su marido, Felipe Calderón. Cuando se lo reprochó El bronco, ella reiteró: “Yo voy a defender todo lo que se ha hecho bien en el país venga de donde venga”.
Inútil. En las redes la tundieron. Pero de ellas, de su acidez, ninguno escapó.
-0-
GEMAS: Meme aparecido en las redes sociales durante el debate: AMLO habla tan despacio –decía la leyenda al pie de una figura japonesa- que el intérprete para los sordomudos parece que hace Tai Chi.