ALHAJERO
Andan apanicados
Los priistas hacen cuentas… Calculan, se alarman, sufren escalofríos. Las cosas no pintan nada bien.
Tienen en su mano la lista de candidatos para el Senado. “Con suerte entran ocho…”, apuntan. Es decir: Claudia Ruiz Massieu, Carlos Aceves del Olmo, Vanessa Rubio, Miguel Osorio Chong, Beatriz Paredes, Eruviel Ávila, Lorena Cruz y en la mera orillita, con riesgo de no alcanzar la votación esperada, Jorge Estefan Chidiac. Y este es por ahora su mejor escenario: Que el PRI alcance el 25% de la votación de las 32 entidades. Así es como lograrían entrar los ocho primeros aspirantes al Senado de la lista de plurinominales.
Pero si cae su votación…, si quedan por debajo de los 20 puntos, apenas si llegarían al séptimo de la lista (por cada tres puntos de votación entra uno al Senado). El poblano, por lo pronto, quedaría descartado.
De los que le siguen, ya ni esperanzas. Tal es el caso de Julia Echeverría, de Pablo Gamboa Miner (hijo de Emilio Gamboa), de Carolina Viggiano (una de las “generalas” en el equipo de campaña de José Antonio Meade) y subsecuentes.
En las listas para la Cámara de Diputados ocurre otro tanto. Por eso es que andan apanicados.
Ya la gran mayoría hizo maletas para lanzarse a las campañas. Unos a las propias (alrededor de 30 diputados piden licencia), otros a apoyar a sus paisanos.
Pero los priistas no sólo están angustiados por cómo pinta el panorama. Están también indignados.
Indignados, no precisamente porque los hubieran llevado a sesionar a escondidas al Edomex (en 2012, la Comisión Política sesionó también a escondidas, por la noche, en una Hacienda del Estado de Hidalgo), sino por el “agandalle”, por la composición de las listas.
Fue tal la secrecía que se guardó de los nombres, cuentan, que hubo Gobernadores del PRI que en la tarde del domingo no sabían quiénes de sus Estados iban en las listas. ¡A ese nivel llegó el control de las listas!
-¿Y por qué semejante control y secrecía?
-Porque sabían que se estaban pasando de la raya…Porque es humillante que pongas a una Vanessa Rubio, que ni siquiera es priista, por encima de una ex Presidenta del partido; o que ubiques a Aceves del Olmo arriba del ex secretario de Gobernación.
Otros comentarios que se hacían sobre las listas tenían que ver con los “castigados”. Mencionaron un caso en particular: el de la ex Gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega.
Por sus críticas al proceso de elección y con todo y su millón de firmas, no sólo se quedó sin nada, sino que sus adversarios –aquellos a quienes marginó o no apoyó en su tierra- sí van al Congreso: Dulce María Sauri están en los primeros lugares de la lista de diputados; y Jorge Carlos Ramírez Marín contenderá por un escaño en el Senado. Y ya entrados en la tenebra, destacaron la ausencia del ex gobernador oaxaqueño, José Murat Casab. No apareció en las listas. Y desde que los sacaron del Cuarto de Guerra de Meade, no se ha presentado en ninguno de todos los eventos del partido, ni siquiera al comelitón del miércoles antepasado al que asistieron más de 300 distinguidos priistas de ayer y de hoy.
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GEMAS: Obsequio de Miguel Ángel Mancera: “Si no tienen con quién debatir, ahí están los espejos; cuando te vas a subir al coche generalmente te reflejas, entonces ahí te puedes dar un entre. Si tiene ganas de pelear, entonces ahí están los rines, están varias arenas…, a mí no me interesa.”