ALHAJERO
Yo sí metería a Peña a la cárcel
La imagen se comenta desde hace algunas semanas en las mesas de políticos, sobre todo entre priistas:
-A Ricardo Anaya le encantaría presentarse ante el mundo –no sólo a nivel nacional, sino internacional- con la cabeza de Enrique Peña Nieto en una mano y, en la otra, de un priista significativo.
Tal es, refieren en esas charlas de café, su ansia por figurar.
La imagen se nos vino a la mente ayer por la mañana, cuando nuestro compañero periodista Alejandro Cacho entrevistaba, en Acustika-El Heraldo, al candidato presidencial de Acción Nacional.
La pregunta de Cacho fue directa:
-¿Metería usted a la cárcel a Peña Nieto?
Anaya no titubeó en responder:
-Si se demuestra que cometió actos graves de corrupción, por supuesto que sí… Ya estuvo bueno de que haya intocables. Aquí el que la haya hecho la tendrá que pagar y esto incluye al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
La defensa del queretano ante la nueva embestida que sufre (por parte del Gobierno, a todas vistas) corre ahora por dos vías:
1.-Evidenciar el uso faccioso de las instituciones y acusar directamente a Peña Nieto de ser el responsable de esos ataques –dirigidos desde Los Pinos- para sacarlo de la boleta electoral;
2.-Soltar la especie de que ya hay un pacto de impunidad entre Peña y el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
Con esas medidas estratégicas, Anaya –tras haberse visto francamente vapuleado y arrinconado- ha pasado a la ofensiva. Y además, con una promesa taquillera: poner al Presidente tras las rejas.
Logró además –gracias al yerro de mostrar el video de la PGR- el apoyo de una parte de la opinión pública, de intelectuales y activistas sociales que con toda razón rechazan la utilización facciosa delas instituciones.
Y por otro lado, el dardo envenenado con la versión del supuesto acuerdo Peña AMLO, intenta contener una caída en las encuestas e impedir que el candidato de Morena se vaya solo en la punta y ya no logre darle alcance.
¿Le funcionará la estrategia?
Peña Nieto declaró ayer que se trataba de “dimes y diretes” de los participantes en el proceso electoral y que por eso no iba a responder, ni se iba a enganchar.
En eso se equivoca el Presidente. Es ya la sociedad civil, académicos, intelectuales y periodistas, quienes cuestionan el uso faccioso de las instituciones y su propio proceder.
En cuanto al supuesto Pacto –la amnistía anticipada ya decretada por López Obrador a la voz de “borrón y cuenta nueva”- Tatiana Clouthier respondió con Denise Merker que la historia reciente demostraba que los Pactos más bien se realizaban entre el PRI y el PAN (así llegó Felipe Calderón a la Presidencia), que “el PRIAN existe”.
Que lo que sucedía en estos momentos –el enfrentamiento PRI-PAN- era más bien en razón de la “primaria” por ver quién enfrenta a Andrés Manuel.
Buena la respuesta, pero también insuficiente.
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