VOCES DE MUJERES
El 3 de enero fue descubierto el cadáver expuesto de una mujer en el Camino Real a Cerro Prieto en el Municipio del Marqués cerca de la comunidad de Saldarriaga. La víctima quien, según notas periodísticas, presentaba varios impactos de bala. El 21 de enero se informó que sus asesinos ya fueron detenidos. Así inicia la violencia feminicida en el 2020 en Querétaro.
Unos días después del feminicidio de esta mujer, el 7 de enero, en el marco de la 7a Sesión Ordinaria del Consejo Estatal de Seguridad el Secretario General de Gobierno Juan Marcos Granados Torres anunció la creación del Protocolo Único de Atención a Víctimas de Violencia de Género a fin de homologar la atención a víctimas de violencia en el Estado en las diversas instituciones involucradas en la protección de mujeres que viven violencia y sus familias. De manera pública el Secretario anunció que se involucraría en la revisión del protocolo a las activistas y organizaciones sociales que trabajamos en el combate de la violencia feminicida en el Estado. Seguimos esperando.
Lo que si ocurrió fue la denuncia de la desaparición de Candi Carla en el municipio de San Juan del Río y el posterior descubrimiento de su cuerpo sin vida en Tepeji del Río, Hidalgo. El feminicida fue aprehendido y vinculado a proceso por el delito de desaparición agravada cometida por particulares al que se puede sumar el delito de feminicidio, lo cual podría conllevar una condena de 75 años de prisión.
En las acciones realizadas en el proyecto estatal de combate a la inseguridad “10×100” es evidente la ausencia de campañas que informen a las mujeres sus derechos, la asignación de presupuestos insuficientes para atender a las mujeres víctimas de violencia pero sobre todo la manifiesta insistencia del gobierno del estado, dirigido por Francisco Domínguez de invisibilizar la violencia que vivimos las mujeres. Mientras tanto en la comunidad del Madroño en el Municipio de Landa de Matamoros, se encontró el cuerpo sin vida de Rosabelina, colgado de un árbol a unos cuantos metros de la carretera federal San Juan del Río – Xilitla. Rosabelina había sido reportada como desaparecida desde el día 4 de enero. Su agresor ya fue identificado y vinculado a proceso. Son tres feminicidios en los primeros 15 días del año, que se suman a los más de 120 casos ocurridos en nuestro estado desde enero del 2015. Y a pesar de las recomendaciones hechas al estado como resultado de la solicitud de activación de la Alerta de Violencia de Género la transversalización de la perspectiva de género en el gobierno estatal brilla por su ausencia. Debo reconocer que donde ha habido avances es en la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida de las Mujeres, dirigida por Mayra Rufino, misma que ha logrado el esclarecimiento de un mayor número de casos de muertes violentas de mujeres desde su creación en noviembre del 2018. Sin embargo y a pesar de que se puede ver poco a poco como se ha incorporado la perspectiva de género en la investigación de estos delitos aún se presentan irregularidades que deben ser atendidas como ocurrió en el caso de Marlene Fernanda, quien fuera asesinada el 8 de abril del 2019. Su feminicidio inicialmente se calificó como suicidio y fue pot insistencia de su familia y gracias al trabajo de diversas organizaciones feministas que se logró su reclasificación. Ahora solo esperamos un fallo condenatorio emblemático analizado con perspectiva de género por parte del Poder Judicial queretano.
En el informe del grupo de trabajo que evaluó la solicitud de la Activación de la Alerta de Violencia de Género en abril del 2016 se señaló con claridad “que el Estado no cumple adecuadamente con su obligación de garantizar los derechos humanos de las mujeres, a través de las obligaciones específicas de investigar y sancionar las violaciones a los mismos.” Considero que esto sigue siendo cierto. Las mujeres seguimos jugando un papel secundario en las decisiones que se toman sobre nuestra seguridad, somos excluidas de los consejos ciudadanos de evaluación, pero sobre todo seguimos sin ser nombradas. Pareciera que simplemente no existimos. Esto fue muy notorio en la presentación del Protocolo Único de Asistencia Integral de Atención a Víctimas de Violencia de Género. En su discurso el Secretario General de Gobierno no pronunció la palabra “mujer”. Y tal vez esto no es importante porque es implícito que el propósito del protocolo es proteger a las mujeres. Yo no lo creo. Considero que es un mensaje claro y fuerte para las mujeres queretanas, el mismo mensaje con el que inició el gobierno de Pancho Domínguez y que no ha cambiado con el paso del tiempo: Si ustedes no merecen ni siquiera ser nombradas mucho menos merecen ser incluidas.
En tanto el gobierno queretano no comprenda que la participación de las mujeres es indispensable en el combate a la inseguridad; en tanto las mujeres no formemos parte de las instituciones que proponen e implementan las políticas públicas y en tanto no se incorpore nuestra experiencia en la lucha por erradicar la violencia de género toda acción que el estado implemente seguirá siendo, como hasta ahora, una acumulación de acciones incompletas y descoyuntadas que no harán mella en la violencia feminicida en el Estado.