Ernesto Luque Hudson y Ana Bertha Silva serán los candidatos del Partido Revolucionario Institucional al Senado de la República, anunció este jueves la Comisión Nacional de Procesos Internos al dar a conocer la lista completa de sus fórmulas en todos los estados.
Luque Hudson, ex delegado de la Secretaría de Desarrollo Social y del Seguro Social, es presidente de la Fundación Luis Donaldo Colosio en el Municipio de Querétaro. Político de tercera generación, es nieto del ex gobernador Eduardo Luque Loyola e hijo del ex senador, ex diputado y ex presidente priista Ernesto Luque Feregrino.
Ana Bertha Silva, con más de 40 años de militancia, ha sido presidenta del PRI en Querétaro y Guanajuato, delegada en numerosos estados y actual regidora en el Ayuntamiento capitalino.
Ernesto Luque y Ana Bertha Silvia se registraron el sábado en el Comité Directivo Estatal, junto con el ex dirigente estatal Jesús Rodríguez Hernández y los diputados Braulio Guerra Urbiola y Hugo Cabrera Ruiz.
Cuatro de los cinco registros, con excepción del correspondiente al también ex alcalde Jesús Rodríguez Hernánez, fueron considerados procedentes. A partir de ellos ayer fueron declarados candidatos Luque y Silva, con lo que además se cumple la cuota de genero, 50/50.
Ana Bertha Silva acudió este mismo jueves a registrarse a las oficinas del comité directivo estatal, esperándose que lo haga también Luque Hudson en las próximas horas.
La decisión, como se informa por separado, fue impugnada por el diputado federal Braulio Guerra Urbiola, quien anunció que agotará todos los recursos legales y no descartó abandonar las filas de su partido.
Por su parte Hugo Cabrera Ruiz, también legislador federal por Querétaro, afirmó que seguirá trabajando por Querétaro y que no perdió nada porque no lo dejaron participar en la contienda del 1 de julio.
Completa la lista de aspirantes al Senado y a la Cámara de Diputados, falta solamente por definir las posiciones locales, con las propuestas del Partido Revolucionario Institucional para los ayuntamientos y distritos locales.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN