ANTORCHA CAMPESINA
INE y partidos políticos se sirven con cuchara grande
Según Ciro Murayama, consejero del Instituto Nacional Electoral y presidente de la Comisión de Presupuesto, solicitarán a la Cámara de Diputados un presupuesto de 25 mil 45 millones de pesos para 2018, 43% más de presupuesto para su gasto operativo, elecciones y proyectos especiales, en comparación con la elección federal de 2012, que incluyen 6 mil 788 millones para los partidos, ocho mil 600 millones para coordinar el Sistema Nacional de Elecciones y 9 mil 931 millones de pesos para su gasto ordinario, 7.1% más que 2017.
Hace seis años, en la pasada elección presidencial, el IFE presupuestó 14 mil 953 millones de pesos, incluyendo los recursos a partidos políticos, para organizar tres elecciones. En el 2015, el INE organizó una elección federal y participó en 17 elecciones locales, para lo que solicitó más de 18 mil millones de pesos, incluidos los recursos a partidos. En este próximo proceso de 2018 el INE participará en la organización de 30 elecciones locales, tres elecciones federales, asumirá la realización de los nueve conteos rápidos de las entidades que disputan la gubernatura y el conteo rápido para Presidente de la República, entre otras cosas.
De los más de ocho mil millones para procesos electorales, mil 580 millones de pesos son para casilla única (149 mil casillas), 802.7 millones de pesos serán para la “compensación al personal por el proceso electoral 2017-2018” previsto por la legislación electoral; 278.5 millones para el voto de los mexicanos en el extranjero; 357.8 millones para el PREP; 589.5 millones para asistencia electoral (capacitadores y supervisores); 354 millones para fiscalizar candidatos y precandidatos; 252 millones para documentos electorales (boletas, actas, listas) 157 millones para ubicación e instalación de casillas y 11.5 millones para debates.
Respecto al incremento de los recursos para gastos de operación del instituto en 7.1%, obedece, según el INE, al aumento de rentas de inmuebles para 42 sedes distritales, lo que impacta en 1.7 puntos, las previsiones para el dólar (19.1 pesos) ante insumos que se tienen que adquirir para la producción de la credencial de elector, que significa 3.9 puntos más, y la orden del Tribunal, de basificar a 357 trabajadores de la Unidad de Fiscalización, que significa 1.5 puntos porcentuales del total de 7.1% de incremento del presupuesto base.
Entre otros muchos gastos, el INE programó 520.8 millones de pesos para arrendamiento de vehículos y 72 millones para gastos de lavandería, probablemente para los integrantes del consejo general, pero según el consejero presidente, Lorenzo Córdova, este proyecto de acuerdo para el financiamiento de campañas de partidos políticos y candidatos independientes que contiendan por la presidencia del país, diputaciones federales y senadurías de la república, a pesar de que es el monto más alto de la historia que aprobará el estado mexicano para financiar la política, no es una determinación arbitraria, sino “la aplicación de una fórmula de cálculo de la bolsa de dinero público que ha generado un consenso político y que se ha plasmado en la Constitución”.
Y mientras en 2018 los partidos políticos gastarán a manos llenas el dinero producto del esfuerzo de los trabajadores mexicanos, en contraste, un estudio realizado por el profesor del ITAM para la CEPAL, Miguel del Castillo, revela que en México, uno de cada 5 mexicanos pasa hambre; el salario mínimo diario de 80 pesos no es suficiente para alimentar a una familia y más de la mitad de la población no ingresa lo suficiente para comer y costear los gastos de salud, educación, vestido, vivienda y transporte. Y el Inegi revela que el el 10% de los mexicanos más pobres, es decir 12.3 millones de personas en 3.3 millones de hogares, sobrevive apenas con 25 pesos al día en promedio, y que más de un millón de hogares tuvo que robar, mendigar o enviar a sus hijos a trabajar para conseguir comida.
Los legisladores han llegado al absurdo de aprobar un gasto de más de 25 mil millones de pesos en la elección de nuevos amos para el pueblo, pero niegan dinero para creación de infraestructura educativa y plazas para maestros.