Iniciativas como la que promovió el diputado panista Eric Salas para impedir el acceso a los menores de edad a las corridas de toros en Querétaro, surgen de un gran desconocimiento sobre la fiesta brava y lo que representa para Querétaro.
Así lo dijo a PLAZA DE ARMAS el cronista taurino y delegado federal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la entidad, Manuel Naredo Naredo, quien apuntó que son totalmente erróneas las creencias de quienes apuntan que las corridas de toros pueden ocasionar que las personas, y en particular los niños, se tornen violentas.
“La verdad es que la fiesta de los toros es un mundo muy interesante que de alguna forma está muy ligado a nuestra cultura. Desde España, en donde el toro ha estado presente desde épocas inmemorables y hasta la cultura mexicana, que desde la conquista de los españoles, el toro ha estado ahí presente a lo largo de la historia”.
Apuntó que Querétaro tienen un vínculo profundo y particular con la fiesta brava, teniendo registros de que la primera corrida fue celebrada en lo que era conocido como “La Plaza de Abajo”, que se ubicaba en parte de lo que hoy ocupa el Jardín Zenea y sus alrededores.
“Hasta la Plaza de Toros de Occidente y luego la Plaza de Toros Colón, que por cierto, muchos queretanos de los que todavía viven la conocieron”.
Para Naredo, el lazo que une a Querétaro con la fiesta brava es indeleble. No solo por la gran cantidad de ganaderías de renombre que hay en el estado, sino por una gran tradición en la que incluso, dijo, la corrida de toros navideña, en la que los queretanos se dan el abrazo y cuentan reseñas sobre la noche buena, tiene más de 200 años de celebrarse.
“Me parece que es importante que quienes critican a la fiesta de los toros, y que además están en todo su derecho de que no les guste y pueden ejercer su derecho de no ir, si conocieran un poquito más acerca de lo que se trata. Que no se queden con la idea que se tiene desde fuera en donde se le ve solo como un acto de barbarie”.
El cronista taurino y también juez de plaza, destacó que los toros de lidia, además del arte que gira entorno a ellos, son un generador económico importante, porque se le da trabajo lo mismo a las gentes que provén de la materia prima para alimentar a los toros que a los que trabajan en las ganaderías, al sector turístico, de servicios e industrial.
“Genera posibilidad de crecimiento económico, empleos y todo lo que representa culturalmente hablando”.
Refiriéndose al toro de lidia, Naredo apuntó que si no hubiera corridas de toros, tapoco existiría el ganado bravo.
“Vive para los toros. No tiene ninguna otra ocupación y si la fiesta deja de existir, los toros bravos desaparecerían. De hecho, los únicos lugares donde existe el toro bravo es donde se celebran las corridas”.
Añadió que son ejemplares que se han ido creando con el paso del tiempo. Aseveró que a lo largo de su vida gozan de muchos cuidados por parte de los ganaderos, y que a diferencia de otros animales que son engordados para producir carne, el toro bravo vive en el campo con gran libertad.
“Gozando de grandes beneficios naturales. Todo el arte de la crianza lleva muchos detalles y pierde todo sentido si no tienen como fin último, una corrida de toros”. FERNANDO VENEGAS RAMÍREZ