ENCUENTRO CIUDADANO
La derecha y ultraderecha en México no han perdido presencia en lo político y lo social, sobre todo debido a los cambios que se han presentado en el sistema político, económico, social y cultural de México. Y Querétaro no es la excepción, sino más bien la regla. Diversos trabajos de investigación han señalado que nuestro estado se encuentra dentro del enclave de la fuerza denominada generalmente como derecha y ultraderecha. Recordemos el libro “El Yunque. La ultraderecha en Querétaro” del 2008, escrito por el periodista Lauro Jiménez, oriundo de Santa Rosa Jáuregui. En su libro Jiménez analiza la influencia de ese sector en el ámbito político, empresarial, estudiantil, religioso y militar de la zona, y que ha sido semillero de cuadros y proyectos conservadores de manera ininterrumpida.
La primera mitad del siglo XX, por medio de la denominada acción cívica, se ha buscado el establecimiento de un orden social en nuestro estado y del país basado en la doctrina social de la Iglesia Católica. Esta es una marca indeleble.
La fuerza política de los movimientos derechistas, llevan a concretar un proyecto que se ha mantenido constante, siendo un eslabón importante en la cadena de las organizaciones derechistas católicas en México el Partido Acción Nacional (PAN), fundado en 1939, y cuyas tendencias confesionales y plutocráticas se manifiestan como características de su ejercicio del poder. Como señala Lauro Jiménez, “la doctrina política (del PAN) era casi idéntica a la de la Unión Nacional Sinarquista, defensora de la Iglesia, la educación religiosa y católica, al rescate de la tradición hispanista de México, el nacionalismo patriotero y el anticomunismo”.
Sus alianzas no han variado mucho. Hace unos meses el PAN, conjuntamente con la Unión Nacional de Padres de Familia encabezo en la Cámara de Diputados, la cruzada contra aborto. Y aquí en Querétaro, la diputada Elsa Méndez Álvarez, presidenta de la Comisión de la Familia en la LIX Legislatura del estado, recibió a los integrantes del Frente Nacional por la Familia Querétaro, para el impulso de la misma empresa. Aunque la diputada y el PAN no llegaron a una sana convivencia, se mostró que el panismo en el poder exacerba las tendencias intolerantes y violentas que siempre han caracterizado a la ultraderecha en la entidad.
Y ahora la diputada ya instalada en el Partido Encuentro Social (PES), no tiene empacho en celebrar “la existencia de líderes como Donald Trump”, asegurando que el Presidente estadounidense “refrenda su compromiso con la vida”, al enterarse que la Casa Blanca informó que Trump asistirá al mitin anual en contra del aborto en Washington, llamado Marcha por la Vida. La diputada subió una foto en la que posa con una tasa que lleva la leyenda de “TRUMP 2020”, mostrando su apoyo a un mandatario extranjero.
Sabíamos que una de las características de la derecha y en particular de la ultraderecha es su intolerancia como un elemento siempre presente, pero ahora envalentonados se escudan y resguardan en un gobierno extranjero para fortalecer sus posiciones.
Elsa Méndez Álvarez ha sido tolerada en exceso, y ha abusado de su cargo y del derecho a la libertad de expresión, violando los derechos humanos hacia el colectivo LGBT+, así como a los defensores de esta comunidad. Por ello la Defensoría de los Derechos Humanos en el estado de Querétaro le entregó en agosto pasado una recomendación, por no apegarse a los lineamientos y criterios de las leyes que rigen el actuar de un servidor público. La derecha y su entelequia el conservadurismo, se vinculan directamente con la jerarquía política y económica, ya que ésta dicta el orden o tradición a fin de salvaguardar sus intereses, por ello la diputada ha reiterado que su discurso y acciones no cambiaran. Y así ha seguido llegando al cinismo del apoyo a un gobernante extranjero.
Aún Maquiavelo señalaba que algo que él no admitía en política era la traición. “La traición es el único acto de los hombres que no se justifica”.
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