ENCUENTRO CIUDADANO
En la política importa mucho la familia y los amigos, por ello la clase política nos ha acostumbrado a que los lazos familiares y de amistad se amarran con el erario público. Esto viene a colación en la integración de Cabildos, Congresos estatales, administraciones de todo tipo, Secretarías, hasta el Congreso de la Unión, sobre todo por la vía plurinominal. Cada ciclo electoral los diversos clanes políticos buscan asegurar el futuro de sus familiares otorgándoles posiciones de privilegio. Como no es conveniente arriesgarlos poniéndolos a hacer campañas, lo mejor es colocarlos a través de los escaños y curules plurinominales. Son las posiciones que nietos, yernos, hijos, cónyuges, amantes, sobrinos, compadres, etc., de algunas de las “personalidades” más importantes de la política nacional ocupan y ocuparán al final de cada ciclo electoral. Es así como las sedes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, se convierten en la casa que da cobijo a los protegidos de los políticos y grandes administradores mexicanos.
Del árbol genealógico del poder, puede verse en cada rama de su retorcido tronco la sangre de los políticos mexicanos que se afanan por perpetuar sus posiciones de poder a través de su familia y amigos. Conocemos algunos nombres de éstos generosos patriarcas y matriarcas, como Marta Sahagún, Jorge Hank Rhon, Elba Esther Gordillo, entre otros, quienes logran tener a sus familiares en el Poder Legislativo, eso además de que existen las promesas de colocación en el Poder Ejecutivo y Judicial, que también ha sido albergue de nepotismo y favoritismo, para la sangría presupuestal. La lista de nombres tiene apellidos muy conocidos, por lo que queda más que claro la urgencia de eliminar las posiciones plurinominales. Las condiciones políticas del país deben cambiar, ya que son muy distintas de las que imperaban cuando estos cargos de fácil acceso fueron creados. Enrique Peña Nieto, prometió en campaña eliminar 100 de estas posiciones y como es visto, no sólo le ha sido difícil sino imposible, ya que es justo en ellas donde los familiares y amigos del político mexiquense encuentran acomodo. El caso emblemático es el encumbramiento de su primo del Mazo, en el Estado de México. Y por cierto un gran número de candidatos en todo el territorio nacional están ofreciendo esta promesa, que va desvaneciéndose.
Y mientras tanto los hijos de algunos políticos han mostrado lo mejor de su familia y de sus padres, quienes como funcionarios públicos están obligados a poner el buen ejemplo. Y, ya sea por presumir sus lujos, por prepotencia, por falta de sensibilidad ante las tragedias sociales en el país o por nexos con el crimen organizado, han dado mucho de qué hablar. Otras críticas sobre los hijos de la clase política mexicana, es que éstos buscan sacar todos los beneficios posibles de la posición y riqueza de sus padres. En un país donde se recompensa la ilegalidad y las actividades opacas, en lugar del mérito y el trabajo sorprende que la hija de un Presidente pueda trabajar. La publicación inglesa “The Guardian” hizo un contraste entre la admiración que causó que Sasha Obama trabaje como cajera y el surgimiento en México de diversos casos de jóvenes prepotentes denominados como “Lords” o “Ladys”, quiénes exhiben la impunidad en la que viven los “mirreyes” mexicanos. Un claro ejemplo es José Carlos Romero Durán, hijo del líder petrolero y senador priista, quién ha dado nuevamente la nota al exhibirse con un regalito de papi, de más de 25 millones de pesos.
No por nada hay razones por la que los maestros y estudiantes de México se levantan en rebeldía, y tiene mucho que ver con las condiciones de vida de los pueblos empobrecidos. Alexander Von Humboldt señalo que: “La fortuna de hacendados y mineros no se debe a la riqueza de su tierra y mineral, sino a la miseria de su gente”. Principio rector que se ha mantenido por más de doscientos años y responsable último de los conflictos sociales que aquejan desde hace más de cien años a México. Y como señala Eduardo Galeano, nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza, para alimentar la prosperidad de otros.
La patria de uno de los hombres más ricos, Carlos Slim, está sin embargo entre los 10 países más pobres del continente a pesar de su enorme riqueza en recursos y capital humano. El mismo Slim, quien debe su fortuna a la dudosa privatización de Teléfonos de México, aclaró en Ginebra, ante un foro de la ONU a quién le conviene la pobreza de México, señalando: “Yo creo que la gente que no tiene ingresos, que está marginada, que no está en la modernidad, que está en los niveles de pobreza, sólo son convenientes … para los políticos”. Pero para los políticos en México, al fin y al cabo, la familia es primero.
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