La actividad internacional de México se ha enfocado en desplegar una estrategia de cooperación multilateral y otra diplomática para enfrentar la pandemia. Como resultado de estos esfuerzos, el 23 de diciembre llegó a nuestro país el primer lote de 3,000 dosis de vacunas de Pfizer, que lo colocaron entre las primeras diez naciones en el mundo en recibir la vacuna, y el primero en la región latinoamericana en aplicarla.
Los esfuerzos y procesos internacionales se rigen por las instrucciones del presidente López Obrador de garantizar insumos y equipo médico, al tiempo de acceder a la vacuna contra la COVID-19. Ante la Asamblea General de Naciones Unidas se presentó una resolución para promover el acceso equitativo a medicamentos, vacunas y otros insumos médicos. Nuestro país participó en la Conferencia para la Respuesta Global al Coronavirus y en la Cumbre Global de Vacunas; fue invitado a formar parte de ACT-A e ingresó al mecanismo COVAX. También colabora con estrategias e iniciativas en otros espacios, como la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias, la Alianza Global de Vacunas e Inmunización y la OMS.
En la estrategia diplomática, regida por los puentes aéreos y la red de alianzas bilaterales con Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Italia, Reino Unido y Rusia, el Estado mexicano busca asegurar las dosis de vacunas necesarias para atender a su población y consolidar el liderazgo regional, a partir de posibilitar el acceso justo y un reparto equitativo. Desde la presidencia pro tempore en la CELAC, ha encabezado una eficaz gestión regional, buscando soluciones a la crisis sanitaria y económica. En reconocimiento a su desempeño, el 24 de septiembre los Estados miembros acordaron por unanimidad que nuestro país se mantuviera al frente de la CELAC durante 2021.