COLUMNA INVITADA
El nuevo presidente de la Corte
El próximo miércoles habrá un nuevo presidente para la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Consejo de la Judicatura Federal. El ministro que resulte electo entre sus pares, asumirá el liderazgo de aproximadamente mil 400 juzgadores federales adscritos en todo el país.
El momento es complicado e implica definiciones que perfilarán un estilo de gobernar al Poder Judicial, en medio de la exigencia política de aplicar verdadera austeridad en la administración y establecer una estrategia institucional en relación con la defensa jurídica emprendida contra la reducción salarial que ha provocado la presentación de 3 mil 431 demandas de amparo con un total 15 mil 608 quejosos de diversas dependencias y organismos públicos, inconformes con la Ley Federal de Remuneraciones.
Andrés Manuel López Obrador ha impuesto una tendencia para destacar los costos monetarios del gobierno por encima de las capacidades profesionales, experiencia y trayectoria de los servidores públicos. La presión ya impacta a los funcionarios judiciales.
En estas circunstancias llegan a la sesión del 2 de enero, cuatro aspirantes a presidir al Máximo Tribunal. En ese grupo hay dos jueces de carrera, Jorge Pardo Rebolledo y Alberto Pérez Dayán. Arturo Zaldívar y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena pertenecen a los llamados ministros de origen externo.
La primera sesión pública de 2019 será presidida por la ministra Margarita Luna Ramos, en calidad de decana del pleno, quien se distingue por su trato amable, ánimo conciliador y capacidad como jurista.
En la primera ronda, todos los aspirantes votarán por sí mísmos para garantizar, al menos un sufragio y buscar la voluntad mayoritaria en las instancias definitivas.
Aunque nunca se externa previamente, es notorio que los ministros llegan con un plan de votación y la idea clara de quién es su favorito. En esta ocasión el pleno está completo con 11 integrantes y eso elimina la posibilidad de empate, como ocurrió hace cuatro años.
El primero que sume seis votos, será presidente y asumirá de inmediato la responsabilidad de representar a todo un Poder, el de los jueces que con sus decisiones conforman un contrapeso para el Presidente de la República y el Congreso que domina con Morena en ambas cámaras.
El estilo del nuevo presidente de la Suprema Corte definirá el rumbo en medio de un clima de crispación que exige carácter, firmeza y tolerancia para darle un renovado impulso a la defensa de la institución que a muchos interesa perversamente, debilitar.
México necesita un Poder Judicial fuerte e independiente que se oponga a las arbitrariedades y privilegie la justicia que tanto añoramos.
EDICTOS
¿Los jueces de carrera apoyarán a Pardo? ¿Quiénes respaldarán a Zaldívar? ¿Habrá caballo negro? En tres días sabremos hacia quién se inclinará la balanza de la diosa Temis.
Hasta el jueves, ¡muy feliz Año Nuevo!