QUERETANIDAD
POR :SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN
Enrique Rabell, el primer queretano Olímpico y noveno rector de la UAQ
Hace dos meses, el 28 de agosto, publiqué la última entrevista que se le hizo a Enrique Rabell Fernández. El miércoles murió el ex rector de la UAQ y quien fuera el primer queretano en participar en una Olimpiada –la de Roma 60-.
Tuve la oportunidad de hablar con quien fundó la Facultad de Medicina y Radio Universidad, un queretano de cepa que no creeía en la queretanidad excluyente, sino en la integración de los nuevos residentes.
Eso decía en un acogedor rincón del Club Campestre, cuya alberca lleva su nombre al igual que la Unidad Deportiva de El Pueblito, en recuerdo del nadador internacional que obtuvo primeros, segundos y terceros lugares en campeonatos mundiales.
Tan destacado que cuando el gobernador Antonio Calzada Urquiza lo presentó con el presidente Luis Echeverría Álvarez, éste le dijo que era un rector muy aplaudido. Y lo explicó así: “Yo estaba en Roma, echándole porras cuando usted compitió”.
El miércoles murió. Esta es la entrevista.
Enrique Rabell Fernández fue el primer queretano en participar en una Olimpiada –la de Roma 60- y el noveno rector de la UAQ (76-79) en donde fundó la Facultad de Medicina y Radio Universidad, un queretano de cepa que no cree en la queretanidad excluyente, sino en la integración de los nuevos residentes.
Eso dice en un acogedor rincón del Club Campestre, cuya alberca lleva su nombre al igual que la Unidad Deportiva de El Pueblito, en recuerdo del nadador internacional que obtuvo primeros, segundos y terceros lugares en campeonatos mundiales.
Tan destacado que cuando el gobernador Antonio Calzada Urquiza lo presentó con el presidente Luis Echeverría Álvarez, éste le dijo que era un rector muy aplaudido. Y lo explicó así: “Yo estaba en Roma, echándole porras cuando usted compitió”.
Ahora, a sus 76 años, retirado del deporte, la academia y la medicina, goza su huerta en La Joya, las comidas con sus amigos, entre ellos los sobrevivientes de la generación del 47 en el Instituto Queretano (“cada mes se nos muere uno o hasta dos, pero seguimos siendo como 50, incluido Ricardo Ortega, el más antiguo y Sarbelio Moreno”). Y por supuesto disfruta la familia, a su esposa Rebeca, cuatro hijos y siete nietos.
Hoy nos recibe en mangas de su camina, su casa de El Campestre. Se le ve bien, pero muy delgado. Ha bajado 10 kilos en los últimos meses y los exámenes lo muestran sano de la cabeza a los pies de tritón.
Comparte espacio frente a su mesa de trabajo, en donde tiene una laptop que dice abrir cuando está solo.
LLEGÓ LA VIOLENCIA CIEGA
Le preocupa Querétaro, la violencia ciega que ya también mata niños, como ocurrió la semana pasada en Candiles. La sociedad y el gobierno deben estar más atentos para enfrentar esta ola de inseguridad, sentencia.
Es otro Querétaro, aunque viva sus tradiciones, su parte antigua y su sabor, pero también la modernidad sin remedio que trae el crecimiento y los problemas de las grandes urbes.
Y de los bueno, la UAQ, a la que entregó gran parte de su vida y en cuya política se involucró al impulsar la creación de una escuela de medicina para la que había grandes e injustificadas resistencias.
Fue en esas, allá por 1975, cuando el entonces rector José Guadalupe Ramírez Álvarez le pidió que lo acompañara a la Ciudad de México a hablar con las autoridades de la Secretaría de Educación Pública.
Rabell pensaba que para impulsar Medicina, pero –hoy lo revela- el viejo Ramírez lo presenta ante el secretario Bravo Ahuja como el candidato del que han hablado para próximo rector. En aquél tiempo estaba trabada la sucesión entre Álvaro Arreola, Billy Herbert y Gilberto Hernández. Él era la solución, le dijeron.
La opción fue bien recibida en el gobierno de Antonio Calzada y apoyada a través de Fernando Ortiz Arana, a quien Rabell promovería años más tarde al pedir un gobernador universitario, lo que Rafael Camacho Guzmán no le perdonaría nunca.
Lejos de aquellos avatares, a sus 76 años, recuerda sus 19 en Roma 60, a donde llegó después de competir en el Centroamericano de Caracas y en el Panamericano de Chicago, en donde fue tercero en el relevo, además era el campeón nacional en los 100 de dorso en 59.
Había tenido Querétaro grandes deportistas, pero ninguno en una olimpiada. Recuerda Rabell a “José Luis Herrera, que fue un magnifico corredor atleta y estuvo en algún Centroamericano en La Habana, después de él hubo varios muy distinguidos boxeadores y atletas, Osornio que estuvo en un Panamericano, Gilberto Trejo, quien más recuerdo “El Valeco”, Francisco Peña todos ellos de nivel nacional.
Los queretanos de esa época estaban muy contentos con su participación y le dedicaron un partido de futbol de los Gallos Blancos en segunda división en el estadio municipal.
No olvida Rabel que inició como nadador en la Granja Lidia en donde está ahora la Gerber, con don Eutimio González que era quien los promocionaba. “Él tenía su hijo que era nadador, que venían de México que habían nadado bien y que tenía un problema de polio una secuela, y entonces intentaba que siguiera nadando y forma como un interés pero muy abierto, de acompañar a su hijo pero al mismo tiempo a favorecer a muchos y ahí nos formamos Pancho Rivera, Agustín Llaca, Jorge Llaca, Paco mi hermano, varios y luego ya el consiguió y nos venimos al Jacal era la única alberca realmente que existía digna de serlo”.
También recuerda que su mejor tiempo lo hizo en una competencia internacional en Miami, en una competencia de la selección de México contra Florida; era como previa al Centroamericano en Kingston. “Ahí en Miami hice 1:05:08 casi 1:06 y en el Centroamericano 1:06:03 que fue record Centroamericano, record mexicano y bastante holgadito porque el anterior fue de Clemente Mejía en Caracas y había hecho casi 1:10. Yo hice 1:06”. Ese record permaneció hasta la olimpiada de México.
FUNDÓ MEDICINA Y XHUAQ
Además de esa historia de deportista destaca la historia de académico, fundador de carreras y rector en la Universidad en el ´76-´79, le decimos.
-Si claro después de Guadalupe Ramírez y antes de Mariano Palacios.
¿Y de esa experiencia en la UAQ que es lo que te queda?
-Fue otra etapa diferente pero también colmada de satisfacciones, me toco en primer lugar batallar para la consecución. Guadalupe Ramírez renunció a la Universidad, digo renunció porque le faltaba un año para terminar su gestión, se vio abrumado y se vio ante el riesgo que ya era casi inminente de la salida de Luis Echeverría. Para Guadalupe Ramírez, Luis Echeverría significaba un alma total de amparo porque tenía muy buena oratoria y le hablaba y lo convencía fue y sin lugar a dudas el creador del Centro Universitario. Por cierto algunas gentes denostan mucho la figura presidencial de Luis Echeverría y digo pues serán muy ingratos pero creo que los universitarios somos los que menos podemos hablar la de él. Fue el fundador de la Universidad de Aguascalientes, un modelo a nivel nacional extraordinario, fue el que hizo cambiar la mentalidad de las escuelas universitarias que había entonces a volverlas universidades realmente, apoyándolas económicamente, dando asesoría a través fundamentalmente de la UNAM para que se hicieran centros de alto nivel de investigación. Es decir fue el creador de las universidades de los estados, a mi juicio seriamos ingratos los universitarios en hacer denostación de Luis Echeverría
¿Y de lo que dejaste en la UAQ en esos tres años que es lo que más te enorgullece?
-La creación de la Facultad de Medicina sin lugar a dudas pero creo que bastante más también apoyamos, es decir iniciamos los laboratorios productivos en Ingeniería, en Química creo que nos toco una época en donde nos responsabilizamos enviando a muchos profesores a practicar los postgrados en el extranjero, en la ciudad de México empezamos a crear el postgrado en la misma Universidad en Psicología, en Contabilidad, en Química empezamos hacer los postgrados, bueno pues resolvimos de alguna manera el conflicto económico que se presentaba serio que fue lo que motivó la renuncia de Guadalupe en gran parte con aplazamiento de los contratos colectivos con tres sindicatos que teníamos en esa época y que era negociar con cada uno y bueno los tiempos van cambiando son diferentes obviamente todo es para bien pero en esa época pues casi el rector tenía que hacerla de mediador, de conciliador, ir a México a arreglar el presupuesto, es decir el todólogo casi porque no había más pero tuvimos bastante suerte en ese sentido porque resolvimos bastante bien el problema económico obtuvimos buenos recursos a pesar de que nos cambiaron las reglas de juego porque cuando deja Echeverría la presidencia entonces viene López Portillo que se porta de una manera totalmente diferente con los centros de estudios superior.
UN RECTOR MUY APLAUDIDO
A propósito de ello, cuenta una anécdota que le gusta mucho:
-Recién yo había entrado a la rectoría, te estoy hablando que yo tomé posesión a principios de octubre ya venía el cambio de Luis Echeverría sin embargo se presentó una excursión que tuvo por aquí por Querétaro Luis Echeverría se hizo una comida en Galindo entonces ahí me presenta Antonio Calzada con el presidente, es el nuevo rector, me gustaría que se fuera conmigo en el camión, él acostumbraba de esa manera, y ya nos subían, nos enchiqueraban ahí en el autobús hacia Los Pinos y todo el camino él se sentaba en la parte de adelante y no era el único queretano que accedió al autobús sino éramos unos 10, 12 no sé cuantos e íbamos turnándonos para platicarle de nuestros problemas entonces a la hora que me toca me paso yo, me siento con él y lo primero que me dice es “Sr. Rector quiero decirle que yo a usted ya lo he aplaudido”, “discúlpeme estoy aplaudidillo pero explíqueme”, “es que yo fui entre el público que estuvo en la inauguración de la olimpiada en Roma y ahí me toco aplaudirle”, “hombre señor se lo agradezco mucho” y claro seguramente alguien le informó antes pero él tenía su agilidad muy propia de eso, por eso te digo que los universitarios no podemos ser desagradecidos.
DECLARACIÓN CONTRA CAMACHO
Y luego después vino López Portillo y vino Camacho Guzmán, otra anécdota.
_Muy conocida del que queríamos un universitario como gobernador. Y luego claro bueno Fidel Velázquez que lo había destapado, por nuestra reacción se echó para atrás y dijo “bueno es una aspiración de la CTM” también es una aspiración de los Universitarios es legitimo, pero bueno ya a partir de entonces no tuve yo mayor fricción con él en forma directa pero yo ya decidí y dije ni caso tiene intentar volver a ser rector, en primer lugar malo para la universidad y malo para mí, ¿Qué gano estarme peleando con el gobernador? Y como es ahí muere, me mando algunos mensajillos, fundamentalmente con Gustavo Nieto, “oye te invito vamos a una comida ahí va estar don Rafael para que platiques con él”. No tiene caso para que me humille o para qué, no lo voy a aguantar, mejor ahí muere y cada quien su línea, yo me dedico a otra cosa y ya se acabó y cortamos por lo sano ahí, a lo mejor alguna carrera política de otra naturaleza pero ya no era el caso.
Y de la Universidad de allá para acá la evolución, el cambio…
-No. Es totalmente, es otro mundo totalmente en la actualidad, otro mundo para bien. Ya no doy clase, estoy pensionado e insisto como profesor, creo que últimamente los funcionarios que tienen alguna otra participación se mantienen en su posición durante equis tiempo y acaban en su rol que tenían originalmente, no estoy muy seguro pero creo así lo manejan.
¿Y entonces qué haces ahora?
-Una buena parte de la semana aprovecho tengo una pequeña finca en Huertas La Joya en donde, 2 mil metros, no es como la de Marco, tiene sus terracitas bien acondicionadas, árboles frutales tengo como 100, de todos los que te imaginas, papaya, mango, pera, manzana, higos, guayabas, aguacate, plátano, cereza, de todos y me encanta ir a contemplarlos, a protegerlos aunque tengo mi jardinero que es el que realmente hace , pero yo voy a ver si corto fruta, a ver si van bien a decirle que les haga, en fin a entretenerme ahí me paso buena parte de la semana, me vengo a la casa hacer vida familiar con mis nietos, para qué quiero más.
EL NUEVO QUERÉTARO
¿Y el Querétaro hablábamos de la Universidad, el Querétaro de hoy?
-Es impresionante, quizás pueda yo referirme en dos sentidos antagónicos, uno para bien otro para mal, para bien porque su innegable desarrollo lo que conlleva ese desarrollo, el potencial que se ha generado impresionante, especialmente el desarrollo económico bastante ponderable con índices muy convencibles de que estamos por buen camino en ese sentido, una industria pujante en fin todo eso, pero el lado contrario se nos acabó la tranquilidad a los queretanos, ya cuesta mucho trabajo irnos a dar una vueltecita por Plaza de Armas porque nada más para encontrar donde pararte, un estacionamiento, todos están llenos, si vas te quieres sentar en una cafetería no puedes porque está igual, casi ya vas en las calles compitiendo, es decir tiene su precio pero obviamente no se qué sería de Querétaro de no tener su desarrollo como lo tiene actualmente, es decir tampoco podemos vivir de la quimera pasada, tenemos que entender lo que es la evolución, lo ves tú con los medios de información, tu bien lo has señalado una y otra vez entramos a una competencia así como que va a pasar y para todos hay.
Pero nunca quiso entrarle a la política directamente.
-La verdad es que no. Bueno tuve algunas incursiones pero fundamentalmente en el ámbito de mi profesión; después de rector fui director del hospital del ISSSTE, delegado del ISSSTE y estuve una temporada con Enrique Burgos trabajando en el consejo estatal para el control de drogas, cosas más técnicas.
Este es el doctor Enrique Rabell Fernández, el primer deportista queretano en una olimpiada, el rector universitario y personaje de la queretanidad, cuyo nombre lleva la Unidad Deportiva de Corregidora.
También, revela hoy, se lo iban a poner a la alberca del Querétaro 2000. Así se lo hizo saber el entonces gobernador Francisco Garrido Patrón, “pero se opuso la hoy muy encumbrada Lupita Murguía, entonces secretaria de Gobierno, que porque yo era priista, imagínese!”
Así concluye este diálogo con uno de los personajes sobresalientes del siglo XX queretano, que muestra ahora sus medallas, trofeos y fotografías en donde, triunfador, ocupa el lugar número uno en el podio de los centroamericanos. El gran nadador de Querétaro, el tritón que ha nadado contra la corriente política, a pesar de nunca haber buscado un puesto o candidatura.
-Lo mío, lo mío, han sido el deporte y la academia. Eso es lo que me llena de orgullo, finaliza, mientras –antes de despedirnos y agradecerle este encuentro- abraza cariñosamente a su esposa, compañera y amiga Rebeca, a la que le regaló y mandó engarzar la mejor de sus medallas deportivas para que la traiga siempre con ella. Así es Enrique Rabell.