Durante esta campaña, Gilberto Herrera Ruiz, candidato al Senado de la República por la coalición “Juntos Haremos Historia”, ha sido testigo del abandono del campo nacional por parte de las autoridades y cómo esto ha impactado significativamente en la calidad de vida de las personas, principalmente de quienes radican en las comunidades; sin embargo, aunque son aislados, hay algunos casos de éxito que se han logrado con arduo trabajo y el ingenio que caracteriza a los mexicanos.
En la delegación Santa Rosa Jáuregui, municipio de Querétaro, hay una comunidad que se ha ido construyendo entre los cerros, La Carbonera, en donde sus habitantes viven en condiciones precarias, con limitaciones para proveerse de los alimentos suficientes cada día y con enormes deficiencias en cuanto a infraestructura y servicios públicos. Dentro de esta localidad habitan el Señor Humberto Muñoz y su familia, quienes desde hace unos años han implementado un sistema de enotecnias que convierten a su vivienda en un hogar autosustentable. “Construimos una cisterna de ferrocemento con la que nunca nos quedamos sin agua, ya que aprovechamos cada lluvia; un horno ahorrador de leña; una pila con su propio sistema de biofiltración, donde tenemos tilapia y carpa; un invernadero, en el cual sembramos diversas frutas y verduras para el consumo diario; contamos con algunas gallinitas y borregos, a quienes también les hemos adaptado el ambiente para su sana reproducción y convivencia; sacamos miel de las colmenas de abejas, cultivamos lombrices y aprovechamos todo el desperdicio como composta”, expresó Don Humberto, quien además se desempeña como maestro albañil y herrero de golpe.
Asimismo, el Dr. Gilberto Herrera Ruiz visitó la comunidad de San Pedro, municipio de Huimilpan, en donde conoció a don Miguel Moya y a sus amigos veteranos, quienes durante todos sus años se han dedicado a trabajar el campo y han sufrido según sus palabras, “el alejamiento del gobierno de la tierra mexicana”.
El éxito de Don Miguel Maya se ha debido a su interés por “vivir a la antigüita; con la ayuda de mi esposa, mis manos, un pico y una pala hemos plantado alrededor de 100 especies de árboles frutales, tenemos más de mil 500 perales, nogales, manzanos, así como una gran variedad de pinos y cipreses, todos los días cuidamos nuestra tierra y rescatamos prácticas tradicionales para el cultivo de estas especies, sin apoyos de nadie más que de nosotros mismos hemos podido sacar adelante a nuestra familia”.
Rodeado de sus hijos, nietos y amigos, el Sr. Maya relata cómo han cambiado las cosas en las últimas décadas, “nosotros trabajábamos entre todos la tierra porque era redituable, pero dadas las condiciones actuales ya nadie se quiere poner a sembrar”, argumentó.
Uno de sus amigos, Don Manuel, a sus ochenta años narra con tristeza la situación actual del campo mexicano. “Antes nos compraban el maíz a un precio equilibrado con los costos de producción y el precio de los insumos, ahora no nos alcanza ni si quiera para volver a sembrar; por eso a los jóvenes ya no les interesa involucrarse en esto, prefieren irse para el otro lado o cualquier otra actividad, pero el campo ha dejado de ser una opción”, lamentó.
En ese sentido, Gilberto Herrera Ruiz aseguró que el gobierno debe convertirse en un facilitador de las actividades agrícolas, pero que es necesario fomentar nuevamente en la gente la cultura del esfuerzo, “las autoridades no pueden hacer caso omiso de esta situación, es necesario contrarrestar el terrible abandono del campo. Personas como Don Humberto o Don Miguel nos recuerdan que es el ingenio de los mexicanos lo que llevará a este país al éxito; para salir adelante como nación, gobierno y pueblo deben trabajar unidos y recordar que la grandeza de esta nación proviene de nuestra tierra”, aseguró.
POR: REDACCIÓN