Al Cristo de la Cañada le preocupan la inseguridad y la violencia de nuestro tiempo, pero confía en el poder de la fe y en la unidad familiar para resolver los graves problemas sociales, dice a PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, frente al escenario de la última cena, vestido con sudadera y pants.
Predestinado para representar al Nazareno este año, Jesús Pastor Ramírez Gutiérrez, “Jesús Divino Pastor” me dicen, nació hace 26 años en una casa profundamente religiosa.
Su padre, miembro del grupo de los Tribunales de Jesús, hizo el papel de Judas doce veces y él mismo ha representado al apóstol Juan, acompañando a la Virgen y a la Magdalena en el Viacrucis.
Pertenece a una familia muy tradicional y antigua de El Marqués, en donde su abuelo, el líder obrero Ceferino Ramírez Olvera ha sido presidente municipal y diputado.
Desde hace tres años, cuenta Jesús Pastor, lo candidateaban para ser el personaje principal de la obra que se presenta desde 1865 en las callejuelas y colina de La Cañada, pero no se sentía preparado para ello.
Ser una persona ejemplar y el parecido son los requisitos esenciales para hacer de Cristo, pero también tener condición física, porque debe cargarse una cruz de más de 80 kilogramos, superior al peso del actor. Para el papel del Nazareno se busca una persona ejemplar, advierte, que no tenga vicios ni viva en unión libre.
Jesús Pastor, este joven de poblada barba, reúne las cualidades necesarias. Se enorgullece de ello y comparte la emoción con su prometida, Mónica González, con quien casará en agosto. Ella, enfermera, lo asistirá durante el recorrido del próximo viernes, cuando los centuriones romanos lo sometan al rigor de sus golpes y latigazos.
El Cristo de la Cañana se ha preparado mental, espiritual y físicamente para ese gran día, acudiendo a pláticas religiosas y al gimnasio, durante el tiempo libre que le deja su trabajo en la Clínica 9 del Seguro Social, en Carrillo Puerto.
Sus tres hermanas están nerviosas pensando en el sufrimiento de la dura jornada que enfrentará durante varias horas.
Él, por su parte está listo y espera ansioso que llegue el día. Ha sido necesario ensayar todos los fines de semana, estudiar los diálogos y, someterse a una dieta alta en carbohidratos.
Ahora mismo está concentrado en leer libros y ver películas sobre el personaje.
Quiere hacer la mejor represtación y entregar un mensaje de fe, ser un ejemplo para los jóvenes que lo vean, en estos tiempos convulsos que amenazan a la sociedad.
Y es que la gran aspiración de Jesús Pastor Ramírez Gutiérrez es seguir creciendo laboralmente y formar una familia con valores. Que sus hijos, como él antes, puedan jugar en la calle sin temor. Él lo hacía a los cinco años, cuidándose nada más de los carros. Hoy sus sobrinos no pueden salir. “Es lamentable”.
Sin embargo, confía en que la fe y la unidad familiar puedan fortalecer a la sociedad para enfrentar las acechanzas. Cristo es el ejemplo y el camino, remata quien el próximo Viernes Santo lo encarnará en la representación más antigua de Querétaro.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN