EL JICOTE
REFORMA EDUCATIVA
¿Inscribiría Usted a su hijo en una escuela donde no importara saber si aprende o no aprende, si pasa el año escolar pero sin averiguar si está apto o no para nuevos conocimientos? Por supuesto que no.
A pesar de que los maestros se la pasan examinando a sus alumnos, algunos de ellos le tienen más miedo a que los evalúen que Drácula a un crucifijo. La cacareada Reforma Educativa que López Obrador en campaña prometió que la cancelaría ya se plasmó en diversas iniciativas de Morena, todas ellas van en un sentido: eliminar la evaluación.
Pronto los alumnos exigirán lo mismo: que no los evalúen. Aceptando sin conceder que la evaluación no sirve, les preguntaría a los que les provoca urticaria los exámenes ¿qué proponen para el ingreso, promoción y reconocimiento de los maestros?
¿El método anterior? Opaco, tenebroso y clientelar. La cuarta transformación sí sería una transformación, una transformación para atrás.