Al anunciar la resurrección de Jesús, el Obispo Faustino Armendáriz advierte que este domingo la comunidad de discípulos misioneros de Cristo rompe el silencio de la muerte para dar paso al canto de júbilo pascual ¡Aleluya, Cristo ha resucitado! Sin embargo, y por desgracia, el canto jubiloso del aleluya pascual que hoy la Iglesia anuncia, contrasta todavía, advierte, con los lamentos y el clamor que provienen de tantas situaciones dolorosas que cada vez son más frecuentes entre nosotros: violencia, corrupción, injusticia, inseguridad, desigualdad, marginación y pobreza.
POR: FERNANDO VENEGAS RAMÍREZ