El documento pastoral destaca que se deben obtener por escrito los permisos de las autoridades municipales, estatal y federal correspondiente, además decantar con responsabilidad las indicaciones del traslado y quema de material explosivo y evitar el exceso en la quema de pirotecnia.
Aconseja también, almacenar “la pólvora en un lugar seguro, alejado de la gente y por espacio de tiempo mínimo. Nunca almacenar la pólvora dentro de las instalaciones de la Parroquia”.
Y subraya que la transportación de la pirotecnia la harán solamente aquellos que están autorizados” por la Sedena.
La iglesia sugiere que quien queme la pólvora “será siempre el permisionarios, persona capacitada, experimentada y autorizada para hacerlo. Nunca niños, personas de la tercera edad, gente bajo los efectos del alcohol o drogas”.
El documento incluye un apartado con la dimensión legal de la Ley Federal de Fuego y Explosivos, subrayando lo relacionado con la quema de pólvora.
También incluye el reglamento de Protección Civil sobre la materia y recomendaciones de seguridad en la quema de bombas, cometas, castillería, Judas, cohetones y toritos.
POR: SERGIO VENEGAS RAMÍREZ