Mike Fernández, un empresario cubano radicado en Miami, acaba de donar un millón de dólares para ayudar a pagar los abogados a miles de migrantes ilegales que se encuentran detenidos o en proceso de deportación por las políticas migratorias de la administración Trump.
Fernández, representa una de las historias de éxito del sueño americano. Nacido en Manzanillo, Cuba, en 1952, su familia emigró a México tras la victoria de la Revolución Cubana, donde vivieron en un hotel por seis meses antes de terminar viviendo en Nueva York.
Una vez allí, Fernández terminó combinando sus estudios con diversos trabajos, hasta que se volvió millonario comprando y vendiendo empresas de salud de la mano de su firma MBF Healthcare Partners.
El empresario comentó que el recuerdo de lo que vivió es una de las principales razones detrás de su donación. “Por eso no puedo quedarme callado. Los inmigrantes de ahora no son diferentes a mí”, comentó para después añadir que “se ha comprobado que los que van a la corte con representación legal tienen muchas opciones de recibir protección, mientras que los que no llevan abogado posiblemente serán deportados”.
La donación de Fernández, uno de los empresarios más ricos de Florida, sirve además para impulsar el fondo de donaciones Impac Fund, el cual pagará los abogados de los migrantes a través de las organizaciones ONG Chatolic Legal Services y American For Inmigration Justice.
El empresario espera poder recaudar entre cinco y 10 millones de dólares a través de Impac Fund, para lo cual cuenta con el apoyo del actor Andy García, el exbasquetbolista Magic Johnson o el político Jeb Bush.
Añadió que el problema de las deportaciones no se limita a la crisis humanitaria, sino que además impactará negativamente la economía de los Estados Unidos.
“No es un problema exclusivo de Derechos Humanos, también es un problema para la economía. ¿Cómo se puede ser tan ignorante como para querer expulsar a 11 millones de inmigrantes? Nadie querrá hacer sus trabajos. Y además de a los que limpian cuartos o jardines, estaremos echando, por ejemplo, a nuestros futuros doctores, que son sus hijos”, dijo.
Mike Fernández relató que solo ha visto a Trump una vez, cuando acudió a una comida en la mansión de Mar-a-Lago, donde le indignó el maltrato a un migrante hispano por parte del presidente.
“Se lo comenté y me respondió: ‘Trabaja para mí’. Y yo dije: ‘Pues que tenga una buena comida’, me levanté de la mesa y me fui. Es el hijo de un rico. Si se hubiera tenido que sacrificar como hace un inmigrante para tener éxito en su país no actuaría como actúa”.
Fernández no terminó su crítica ahí, pues dijo que Trump no debe ser tan rico como presume, o mostraría sus declaraciones de ingresos, además de considerar que cualquiera hubiera hecho una fortuna en bienes raíces si hubiera recibido el mismo dinero que Trump consiguió de su padre “es extremadamente débil. Si fuera tan fuerte no hubiera quebrado tantos negocios. Yo no lo contrataría ni para pintarme la casa”.
Finalmente, dijo no tener miedo del presidente, o de lo que este pueda hacerle, incluyendo deportarlo del país. “Mis amigos me dicen que estoy jugando con fuego y que me me puedo quemar. A veces pienso que me subirá a un avión y me mandará de vuelta. Bien. Si es así, que me deje ir en mi avión privado”, concluyó.
POR: LÓPEZ-DÓRIGA.COM