En Querétaro no operan organizaciones del crimen organizado. Al menos así lo refiere el Vicefiscal de Investigación y Persecución del Delito, Humberto Pérez González quien apuntó que si así fuera, ya habrían caído en manos de la justicia. Lo señala a pesar de que ha sido desmantelada una red de corrupción y robo de combustible que involucraba policías de los tres niveles de gobierno en municipios como San Juan del Río, Pedro Escobedo, Colón y la capital queretana y que a la postre costó la vida de un mando policial de Pedro Escobedo y la ejecución de tres huachicoleros en Mansiones del Valle. Más aún cuando un reporte de la Administración para el Control de Drogas (DEA) coloca a Querétaro como un punto de operación del Cártel Jalisco Nueva Generación junto a 21 estados más.
No solo la agencia estadounidense ha puesto los ojos en Querétaro por la presunta actividad del crimen organizado en la entidad. Fuentes cercanas al gobierno Federal han revelado a PLAZA DE ARMAS que un grupo de la Unidad de Inteligencia Financiera (UFI), perteneciente a la Secretaría de Hacienda, recaba información sobre recursos de procedencia ilícita que los Esparragoza podrían haber invertido en parques industriales, centros comerciales, fraccionamientos, agencias de autos, joyerías, restaurantes, bodegas, locales y terrenos.
A principios de año, el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, acusó que el hijo del narcotraficante El Azul, Juan José “El Negro” Esparragoza Monzón, lavaba dinero en Querétaro a través de bienes y empresas.
El primer hecho violento de la administración de Francisco Domínguez, fue la balacera que protagonizaron sicarios del estado de Jalisco y los guardaespaldas de un empresario casinero de la entidad. Fue en el acceso del centro comercial de Antea en donde en una primera instancia descargaron ráfagas de grueso calibre sobre la camioneta del empresario quien sobrevivió gracias al denso blindaje de su camioneta y a la pericia de sus escoltas. Nunca quedó claro como murió uno de los atacantes cuyo cuerpo fue encontrado al interior de una camioneta. Los hechos fueron el 3 de agosto del 2016.
El 30 de enero, un hombre fue ejecutado de al menos cinco balazos en la colonia San Pablo.
Luego el 1 de abril, una persona originaria fue asesinada de siete tiros en el estacionamiento del City Club de la avenida prolongación Zaragoza.
Policías Municipales de Corregidora, encontraron el cuerpo maniatado de un hombre al pie de la carretera que conecta a Balvanera con Valle Dorado en el municipio de Corregidora. Tenía el tiro de gracia
Dentro del mismo mes, el 22 de abril, un joven fue ejecutado en Calesa sobre la avenida Emeterio González. Ocho días después, fueron localizados dos cuerpos maniatados y con el tiro de gracia en un terreno de la comunidad Obrajuelo, frontera con el estado de Guanajuato. Se supo que uno de los muertos respondía al nombre de Antonio Montoya Flores de 44 años, queretano con domicilio en Corregidora, Querétaro.
Uno de los crímenes de mayor impacto este año, fue la ejecución del notario Alejandro Ledesma Guerra el 19 de mayo a las puertas de su despacho. El 24 de mayo, fue encontrado otro ejecutado en la comunidad de Tlacote. Se trataba de un hombre de aproximadamente 45 años de edad cuyo cuerpo fue tirado en medio de un montículo de desperdicios.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN