Por: ARMANDO GUERRA VÁZQUEZ
A lo largo de su historia, la Universidad Autónoma de Querétaro ha enfrentado con el gobierno diversos conflictos, lo cual ha ocasionado que los estudiantes salgan a las calles a manifestarse.
Aquí un recuento de la historia de aquellas razones por las que han obligado a los estudiantes universitarios a defender a su Universidad.
A principios del siglo que concluyó, el controvertido y polémico gobernador Saturnino Osornio fue duramente criticado y tuvo que enfrentar protestas por el cierre del Hospital Civil que fue el preámbulo de lo que hoy se conoce como la Universidad Autónoma de Querétaro
Luego en 1976 estalló un conflicto interno en la UAQ cuando para la elección de rector, el problema ocasionó una manifestación frente a Palacio de gobierno, todo, porque el Consejo Universitario no se ponía de acuerdo, pues se había nombrado a “dos rectores”.
Cuando Juan Gorraez asumió la gubernatura del estado, deseaba que su médico de cabecera José Alcocer Pozo fuera el nuevo rector, ante la oposición de otros grupos, estalló la huelga. Luego los conflictos se agudizaron cuando la renuncia de Fernando Díaz Ramírez en el gobierno de Manuel González Cosío.
En esa ocasión jugaron un papel protagónico gentes como Álvaro Arreola Valdez, y Gilberto Hernandez Cabrera, fungiendo como árbitro el Químico Guillermo Herbert, entonces en ese tiempo era líder estudiantil Luis Bárcenas Vázquez, mientras que fungía como Director de la escuela de Bachilleres Carlos Alcántara Ordaz.
Al final, en una elección calificada de ilegal por algunos de los consejeros, Álvaro Arreola quedó como rector, lo que ocasionó una serie de manifestaciones frente a Palacio, unos para defender su triunfo y otros para reclamar democracia y autonomía universitaria.
Otra historia de protestas, se remonta a 1977 cuando el alumno de la facultad de Derecho y a la vez dirigente de la Federación de Estudiantes de la UAQ Iván Pérez Guzmán fue baleado por agentes de la policía judicial dentro del mismo campus universitario. El agente judicial Jorge Escalera Zamarripa disparó en tres ocasiones contra aquel estudiante, luego los universitarios exigieron al gobernador Antonio Calzada la destitución del procurador en turno Ernesto Zepeda Vázquez, así como del Director de la policía judicial Luis Guerrero.
El movimiento estudiantil del 8 de mayo de 1980 cuando gobernaba otro controvertido político como Don Rafael Camacho Guzmán quizá sea el movimiento social más importante y delicado de los años ochenta en Querétaro, aquella ocasión varios estudiantes de la UAQ y la Normal del estado se unificaron para salir a protestar a las calles.
En el caso de la UAQ las protestas se radicalizaron, entonces el rector Mariano Palacios Alcocer hizo suyas las demandas de los normalistas y universitarios y logró simpatía por haberse puesto al frente de una gran manifestación estudiantil en defensa de la autonomía universitaria.
La comunidad estudiantil había salido a las calles porque se había violado autonomía universitaria al detener la policía dentro del campus a unos estudiantes, ese fue el pretexto, para sumarse a las protestas de los normalistas.
Para entonces, se avecinaba en Querétaro la visita del presidente José López Portillo, pero los estudiantes estaban enojados, el 8 de mayo de 1980 se hace una gran manifestación, la cual fue violentamente disuelta por la policía a la atura del Puente de avenida Corregidora y la autopista.
Los estudiantes y padres de familia son perseguidos y golpeados, otros resultan intoxicados con gas lacrimógeno, luego el rector convoca a marchar por las calles y exigen la destitución de la procuradora Hilda Martha Ibarra, del director de la Policía Mario Cedillo Granados y los jefes policiacos Manuel Susunaga y Armando Nava Truchuelo.
Para calmar protestas, el gobierno cesa a la procuradora, a los jefes policiacos José Luis Miller Nava, José Luis Falcón, Sergio Pérez Figueroa, Alfredo Santillán, al mismo Manuel Susunaga y a 15 policías más.
Posteriormente en el gobierno del panista Ignacio Loyola Vera, la rectora Dolores Cabrera se enfrascó en una serie de “dimes y diretes” con el mandatario estatal a quien acusaron de negar apoyos económicos para los universitarios.
La rectora mostraba su desacuerdo con el gobernador y denunciaba el retraso en la entrega del subsidio estatal para cubrir salarios y prestaciones, así como el esclarecimiento en lo que hace al Fondo de Aportaciones Múltiples, en donde se contemplan recursos para la construcción de espacios dentro de la institución.
Luego se organizó “La Marcha por la Dignidad”, que encabezó la rectora, Dolores Cabrera y el ex rector Alfredo Zepeda con miles de universitarios por las principales calles de la capital queretana.
Es así pues como terminaron varios capítulos tensos y graves por lo que ha pasado la Universidad Autónoma de Querétaro en cuanto a conflictos se refieren.
[Artículo original publicado en marzo del 2016 termina en este punto. Se han añadido párrafos adicionales relatando el conflicto del 2016, 2017 y el problema presente (febrero 2018). (Edición por Guillermo Calzada)
Otro importante conflicto se dio durante la administración del rector Gilberto Herrera Ruiz, y es que la Universidad no recibió el aumento en su presupuesto que había sido prometido por el Gobernador Francisco Domínguez.
En marzo del 2016, Herrera Ruiz encabezó una marcha hasta el Palacio de Gobierno, donde los estudiantes protestaron a favor de un aumento presupuestal. El ‘jaloneo’ político continuó durante los siguientes meses.
El 2017 fue un año clave. Los estudiantes comenzaron a formar una iniciativa, llamada #YoxLaUAQ, donde se recolectaban firmas para que en el Presupuesto Gubernamental del 2018 se otorgara a la Universidad el total del 3%. La iniciativa no sólo fue desechada, sino que, en términos de porcentajes obtuvo su menor presupuesto en varias décadas.
Fue en este tenor que llegaron las elecciones para la rectoría en Octubre del 2017, resultando ganadora la candidata del equipo de Gilberto, Teresa García Gasca.