Con la ayuda de Dios y algo de suerte, los ciclistas de la capital queretana podrán llegar sanos y salvos a sus destinos. En opinión del vocero del Observatorio Ciudadano de Movilidad, Sergio Olvera León, hay anarquía absoluta entorno a las ciclovías que se han instalado en distintos puntos de la capital queretana por parte del gobierno municipal y del Estado. Acusó que no hay un esquema definido ni rumbo claro por que unos pintan una franja verde sobre el pavimento y otros hacen tramos aislados que llevan a ninguna parte “Eso no ofrece ninguna seguridad. El reglamento de tránsito menciona hace muchísimos años que la velocidad máxima en la ciudad es de 40 kilómetros por hora. A esa velocidad el impacto con una persona no sería mortal y sin embargo los automovilistas avanzan a la velocidad que da sus vehículos”.
Sergio Olvera León, dijo que es una buena intención el que se esté buscando implementar un reglamento de movilidad en el que confluyan obligaciones y derechos de todos. Sin embargo –acotó- de poco sirve si la infraestructura planteada es insegura para el ciclista . Señaló que las ciclovías de la capital queretana no cumplen ni de lejos con los mínimos parámetros de seguridad para los usuarios. Acusó que a los gobernantes les da miedo tocar los carriles de rodamiento.
El vocero del Observatorio de Movilidad, refirió que ha quedado demostrado que se fomenta el uso de la bicicleta cuando es segura para todos los miembros de la familia.
Aseveró que se ven acciones positivas como la infraestructura que se está colocando en Constituyentes o la que recién se inauguró en el Paseo Querétaro, antiguo Paseo de Mompaní “Un problema grande con el Paseo Querétaro es que no está integrado a ningún sistema de ciclovías. Son fragmentos aislados y si alguien lo utiliza para traslados en la zona está bien. Pero si llegas a Avenida de la Luz que Dios te bendiga y te metes por donde puedas. El problema es no tener circuitos. La infraestructura parece bien hecha, mejor que lo que se ha hecho en otros lugares. El reto es conectarlas”.
POR: FERNANDO VENEGAS RAMÍREZ
