ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
Gracias al sistema de monitoreo atmosférico en la zona metropolitana de Querétaro, hoy podemos darnos cuenta de la calidad del aire y en consecuencia de las posibles afecciones en la salud humana, pero también animal y vegetal. As mismo, podemos saber sobre el comportamiento de los contaminantes criterio que se monitorean, sin que ello, signifique que son los únicos compuestos químicos dañinos presentes en el aire, sean estos de origen natural o producidos por el humano. De esta forma tenemos por Norma, los siguientes: dióxido de nitrógeno (NO2), monóxido de carbono (CO), ozono (O3), dióxido de azufre (SO2), material particulado (MP) y plomo.
Pero éste sistema operado el Centro de Monitoreo de la Calidad del Aire del Estado de Querétaro (CeMCAQ), se ha convertido en el espejo maléfico, ya que por La ley del Espejo, que establece nuestra inconsciencia, ayudada por la proyección psicológica que realizamos durante ese momento, nos hace pensar que el defecto o desagrado que percibimos solo existe “ahí fuera”, no en nosotros mismos. La proyección psicológica es un mecanismo de defensa por el que atribuimos a otros sentimientos, pensamientos, creencias o incluso acciones propias inaceptables para nosotros.
La proyección psicológica comienza a ponerse en marcha durante experiencias que nos suponen un conflicto, en el caso ambiental, al sentirnos amenazados, tanto interior como exteriormente. Cuando nuestra mente entiende que existe una amenaza para nuestra integridad física (en términos de salud) y emocional, esta emite como rechazo hacia el exterior todas esas cualidades, atribuyéndoselas a un objeto o sujeto externo a nosotros mismos. Así, aparentemente, colocamos dichas amenazas fuera de nosotros. Empero, resulta tal como se señala en la página web del Centro de Monitoreo que, “La contaminación ambiental la generamos TODOS. Si eres consumidor de bienes y servicios eres responsable de la contaminación del ambiente. Desafortunadamente, la producción de bienes y la oferta de servicios que requerimos para nuestra sobrevivencia y que usamos para nuestra comodidad tienen un impacto negativo en los recursos naturales y en la contaminación del ambiente. Aún más, esos impactos son directamente proporcionales al uso y consumo de bienes y servicios. Es común pensar que la contaminación ambiental es solo generada por la industria y aunque esa apreciación es parcialmente correcta es preciso reconocer que finalmente somos nosotros, los individuos, los que demandamos los bienes y servicios que la industria oferta. En realidad, el cuidado y la protección del medio ambiente son una responsabilidad compartida.”
Las acciones tomadas por la autoridad la semana pasada responden a las denuncias ciudadanas y a la difusión de la mala calidad del aire, reportada por el CeMCAQ con respecto a uno de los contaminantes criterios, a saber PM10 o bien, material particulado, menor a 10 micras, en una zona específica: la delegación de Carrillo Puerto. Seguramente antes de contar con el monitoreo de la calidad del aire, ya se había presentado una situación de mala calidad en dicha delegación y por el mismo contaminante criterio (material particulado) pero no podíamos estar seguros o mejor dicho, no teníamos un espejo maléfico que nos mostrara la realidad; también hay que considerar que la proporción de vehículos con respecto al número de pobladores se ha incrementado notablemente de 1 auto por cada 5 habitantes, lo que hace suponer, que las fuentes móviles son un factor de origen de la contaminación, y si a ello le agregamos que en los meses de enero y febrero, es cuando hay más vientos y que desde hace una década se sabe que los polvos del semidesierto por la orientación e intensidad del viento nos arrojan partículas fugitivas o sea material particulado, entonces tenemos que el espejo alberga muchas caras.
Las dos empresas clausuradas, una de competencia federal y la otra estatal y, ubicadas en la zona industrial Benito Juárez, tal como se difundió en los medios, observaban incumplimientos ambientales. Se sabe que hay un comportamiento horario en el que se dispara los niveles y que ese material particulado es una mezcla de varios compuestos que incluye hasta abrasivos de llantas y frenos.
Las acciones de clausura son sin duda, acciones persuasivas para otros que pudieran estar en las mismas o peores condiciones, y no hay de otra, se debe cumplir con las disposiciones ambientales, no obstante, eso sólo significa una parte de la solución. El CeMCAQ por su parte, debe profundizar en el análisis de los compuestos y sobre todo determinar cuál o cuáles son los principales desde un punto de vista cuantitativo y otros, que nos oriente a saber cuál o cuáles son más perjudiciales a la salud, así como la periodicidad de cada uno, pues si ahí encontramos como parte del material particulado restos agrícolas (por preparación de tierras o cosecha) esto es un comportamiento no permanente.
Muy en el fondo, parte de este conflicto ambiental, es el cómo se ha construido la ciudad, de tal forma que hoy existen zonas industriales colindantes o aún más envueltas de casas habitación en donde se autorizaron cambios de uso del suelo y la existencia de vialidades pensadas sólo en el uso del automóvil.
Consideremos que el problema es de todos y la solución también, porque vivimos de acuerdo a esta forma de percibir la realidad, creando distorsiones negativas o que nos generan malestar a la hora de relacionarnos con los demás y nuestro entorno, incluso con nosotros mismos.
Y para finalizar, habría que plantearnos el dilema ético, en el sentido de asumir de manera compartida la responsabilidad, es decir, que no basta con lo que haga la autoridad para verificar, regular y sancionar, sino que ello es materia de la responsabilidad que debe asumir la empresa con respecto a su compromiso social y ambiental, al igual que el ciudadano en lo que pueda incidir desde la acción de consumo como de generador de emisiones, ya sea porque usa un vehículo, porque hace quemas de residuos, o cualesquier otra práctica que incida en efecto contaminantes.